Salvo los intentos individuales y de rabia y potencia de Bebé y los primeros minutos de Kevin Rodrigues, el partido del Rayo Vallecano en su estreno copero en Guijuelo dejó más sombras que luces. Los de Andoni Iraola, que pudieron haber resuelto la eliminatoria en el primer cuarto de hora, con las oportunidades de Pozo, Andrés Martín o Qasmi, desaparecieron en la segunda mitad de una eliminatoria que incluso peligró tras el empate del conjunto local. 

Ni Maras ni Mario Suárez de centrales, ni Mario Hernández ni Kevin Rodrigues, salvo en el arranque, ni por supuesto Unai López o Pozo, junto a Yacine Qasmi o Andrés Martín serían capaces de presentar una candidatura solvente y contundente a gozar de más minutos en liga. El partido del Rayo, principalmente en la segunda mitad, fue flojo y el 'plan B' del técnico vallecano necesitó de la aportación titulares como Isi, Oscar Valentin o Trejo para intentar arreglar un partido que se complicó en exceso con la expulsión de Kevin Rodrigues.

Al final la eliminatoria se resolvió en los penaltis con Luca Zidane deteniendo un lanzamiento y con Sergir Guardiola, que tampoco consiguió mejorar lo que se veía en el césped artificial del municipal Luis Ramos de Guijuelo, marcando el penalti definitivo que daba la clasificación a un Rayo que sufrió en exceso y que, por tercera temporada consecutiva, se ve obligado a jugar una prórroga en su estreno copero.