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COPA DEL REY

Rayo Vallecano 1-2 Betis: Derrota dulce pero dolorosa

Las primeras semifinales de Copa del Rey del Rayo en 40 años cae del lado bético

Escrito por Jueves, 10 Febrero 2022

    Los franjirrojos sufrieron una remontada con dos golazos tras adelantarse por medio de Álvaro García

    Fekir y Fran García disputan un balón en el Rayo Vallecano - BetisFekir y Fran García disputan un balón en el Rayo Vallecano - Betis(c) Rayo Vallecano

    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (1): Dimitrievski, Balliu, Mario Suárez, Catena, Fran García, Santi Comesaña (Nteka, minuto 74), Óscar Valentín (A), Isi (Bebé, minuto 74), Trejo (Ciss, minuto 82), Álvaro García y Sergi Guardiola (Falcao, minuto 61)

    Betis (2):  Rui Silva (A), Sabaly, Bartra, Víctor Ruiz, Álex Moreno, Guido Rodríguez, William Carvalho, Aitor Ruibal (Héctor Bellerín, minuto 85), Juanmi (Tello, minuto 66), Fekir y Borja Iglesias (Edgar, minuto 89)

    Arbitro: Sánchez Martínez

    VAR: Medié Jiménez

    Goles: 1-0. Minuto 5. Álvaro García. 1-1. Minuto 25. Borja Iglesias. 1-2. Minuto 68. William Carvalho


    RAYO VALLECANO 1 (Álvaro García) - BETIS 2  (Borja Iglesias y William Carvalho)

     

    Las calles se tiñeron de franjirrojo. Vallecas vibró con su equipo. La ocasión lo merecía. 40 años después el Rayo Vallecano se presentaba a las semifinales de la Copa del Rey. Sentarse en la mesa de los 4 equipos más grandes de la competición del KO era un desafío. Pero el barrio, su gente y sus futbolistas cumplieron con creces. Se cantó y se animó antes, durante y después. Sobre el césped, primero, se hizo soñar a miles de rayistas con que la final no era algo descabellado; y después se luchó hasta el último aliento dejando claro que quedan 90 minutos por delante.

    La conexión de Balliu con Álvaro García hizo saltar en pedazos todos los favoritismos que existían sobre el papel. Apenas había comenzado el encuentro y el Rayo Vallecano ya estaba en ventaja. La cabalgada del lateral fue todo un acto de fe dejando atrás a sus rivales y poniéndole en bandeja el gol para la cabeza del extremo. A bocajarro en el área pequeña, el de Utrera llevaba el delirio a la grada y a Pasión por el Rayo. El primer pasito hacia la final ya estaba dado.

    Fueron momentos de apuro para los verdiblancos. Los franjirrojos apretaban volcando el juego hacia los García que sometieron a los visitantes en los primeros compases. Al cuarto de hora despertó la bestia dormida de la mano de Fekir y Borja Iglesias. Uno entre líneas, el otro jugando de espaldas empezaron a sacar a los béticos de la cueva.

    Y de qué manera. El empate llegaba en una jugada individual del 'Panda' que se zafaba de dos futbolistas para armar la pierna derecha y cruzarla al fondo de las mallas haciendo inútil la estirada de un inédito Dimitrievski. En rueda de prensa reconocería que ni vió donde había disparado. Ni falta que hizo. El golazo subió al marcador.

    Jaleado por su público, el Rayo no se vino abajo pese al duro golpe y el encuentro se volvió un toma y daca con llegadas para ambos conjuntos pero sin premio. Al descanso, el ganador moral vestía de blanco y verde.

    Tras el paso por los vestuarios los de Andoni Iraola tomaron el mando sorprendiendo una y otra vez por banda derecha con peligrosísimas internadas de un descomunal Balliu que nunca encontró al socio que tradujera en gol sus carreras. Ni siquiera confió en su pierna derecha cuando dentro del área parecía más fácil rematar que centrar.

    La hinchada rayista apretaba consciente de que una final bien merece una afonía. Pero William Carvalho iba a hacer el silencio en Vallekanfield. Autopase con caño incluido que dejó sentado a Catena (que intentaba tapar el disparo) y en el mano a mano con Dimitrievski hacía el 1-2. El Betis firmaba una remontada estelar gracias a dos chispazos de calidad.

    La que quizá nos faltó hoy en posiciones y en jugadores clave. Al Rayo Vallecano le costaba encontrar a Comesaña, a Trejo y a Isi entre líneas y Óscar Valentín estaba superado en la zona ancha. No fue su mejor partido. Y se notó. Movió el banquillo el de Usurbil y contratacó Pellegrini. Las piezas del tablero que adelantaban los franjirrojos, las retrasaban los verdiblancos que se agazaparon a la espera de enganchar una contra.

    Llegaron varias (por errores infantiles e imperdonables en la salida del balón). Pero donde antes fueron infalibles ahora se mostraron humanos. Todos menos Rui Silva. El guardameta del Betis que apenas había tocado un balón en el partido sacó la pierna para evitar junto al palo izquierdo un gol cantado de Nteka. El remate de primeras a pase de Bebé era el 2-2. Pero nos quedamos con las ganas.

    Hubiera sido un resultado más justo a tenor de lo visto durante los 94 minutos de partido en Vallecas. 94 minutos que ya son historia del Rayo Vallecano. Porque para perder la ida de una semifinales de Copa y jugártela a cara o cruz ante 60000 béticos hay que estar ahí. Hoy Vallecas y el rayismo se lamen las heridas de la derrota. Dulce pero dolorosa. El 3 de marzo puede ser otra historia.

     
     

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