Opinión. Podría jugar con las palabras y decir que el de mañana es un partido para once valientes. Podría pensar que con el toque, el baile de salón, la calidad y la velocidad por banda quizá fuera suficiente. Podría soñar con que el Rayo le da un baile al Atlético de Madrid. Podría... muchas cosas, pero lo que me pide el cuerpo es reivindicar once 'Valentines'. Once futbolistas que corren desde el minuto 1 al 90, once jugadores que se dejan la piel sobre el campo, que no tienen miedo a meter la pierna, que juegan al límite, que pelean hasta la saciedad, que se enorgullecen por llevar el escudo que portan y la camiseta que visten. Once hombres que salten al campo de batalla como si la de mañana fuera la última vez que lo fueran a hacer. Mañana, si el Rayo quiere plantar cara al At. Madrid, necesitará a once 'Valentines'.

La gran baza del Rayo ante los de Simeone pasará por correr más que ellos, saltar más que ellos, pelear más que ellos, molestar más que ellos... Incluso así, habrá muchos que me diréis que, incluso así, efectivamente, es probable que ni siquiera nos dé para ganar el partido. Ahí no importará, porque la gente del Rayo sabe perfectamente dónde está. No hay problema.

El Rayo necesitará a once 'Valentines', esos once jugadores que representen el sentimiento de una grada que estará a muerte con los suyos desde el minuto 1 hasta el 90 y que no dejará de animar mientras vea que sus once 'Valentines' se dejan el alma sobre el césped de Vallecas.