Editorial. Hay noticias difíciles de digerir. Hay noticias que uno directamente no puede digerir por mucho que intente poner cabeza y distancia, porque siempre termina ganando el corazón. Hace unos días recibía un mensaje privado de una persona a la que aprecio mucho más allá de la relación "profesional" y rayista que nos unió. Me decía que una de las peñas más activas del Rayismo, la P.R. 2004, dejaba de existir. Estaba muy triste y, por más que fuera algo esperado en los últimos tiempos, así me quedé también yo.

Fueron muchos años asistiendo a sus premios anuales. Gracias por contar con este medio, el más que pequeño del rayismo. Tres nominaciones y dos premios son demasiado reconocimiento para un medio como este, pero no os hacéis una idea de lo feliz que me hacía cada uno de esos "abrazos" que me dabais. No soy de actos multitudinarios, pero sí soy agradecido.

Pero más allá de los premios, las galas, las actividades o los viajes, están las personas. Echando la vista atrás recuerdo conversaciones con esos amigos que la vida rayista te pone en el camino. Un placer haber compartido con vosotros cada momento, cada desplazamiento y cada charla de amigos.

Siento profundamente que la 2004 no haya podido sobrevivir a esta etapa en la que el rayismo cada día que pasa está más huérfano, más abandonado, más gris y más triste. Me apena que la 2004 no haya superado este momento y que su andadura finalice de esta manera. Me quedo con todos y cada uno de vosotros y desde PxR os envío todo mi cariño sabiendo que de manera individualizada seguiréis peleando por el Rayo que tanto queremos, por nuestro Rayo.

Gracias por tanto cariño, gracias por tantos momentos y gracias por hacer que el Rayo fuera mucho más grande cada día. Que la tristeza de este momento no nuble ni por un instante todo el camino recorrido durante todos estos años. Gracias por todo.