El Rayo sabe que para mantenerse en Primera División tiene que superar cada guerra como si fuera la última. Da igual que enfrente esté un rival 'antipático' como el Getafe o un 'hermano de sangre' como el Cadiz. Una vez que el balón echa a rodar, todos son iguales. Y así lo entendió Iraola que, tras el paréntesis del Wanda, saldado con éxito, volvió a su once tipo recuperando a jugadores como Trejo, que no estuvo ante el Atlético, Comesaña, Lejeune o Camello para la causa.

El partido arrancó como quería el Rayo. Dominando el balón, llegando por banda, poniendo centros peligrosos y obligando al Cádiz a estar más pendiente de defender que de hacer daño. Ese era claramente el objetivo inicial, ser protagonista, provocar errores y aprovechar su buen juego para adelantarse en el marcador y allanar el camino hacia la victoria para dar el salto.

El primer aviso serio llegaría con un remate lejano de Fran García que obligaba a Ledesma a intervenir con acierto para evitar el primero de la tarde. El Rayo le metía 'chicha' al partido, buscando velocidad y profundidad en sus acciones y haciendo desaparecer a un Cádiz que confiaba en un desaparecido Negredo para solucionar sus problemas en ataque. El partido seguía volcado hacia campo andaluz y el 'mago' Isi Palazón dio una de las claves. El Rayo tenía que buscar remates lejanos y no solo centros laterales. Su disparo desde fuera del área pasó junto al palo para cumplir el primer cuarto de hora.

La estrategia de unos y otros no variaba con el paso de los minutos. El Rayo seguía generado y el Cádiz destruyendo. Y nada cambió incluso cuando en el minuto 30 Alvaro García sacó un latigazo desde la frontal que volvía a obligar a Ledesma a hacer un primer paradón que refrendó después con otro a bocajarro a remate de Comesaña, que en el segundo intento la mandó por encima del larguero. El Rayo ya no sólo merecía el primero, sino alguno más, pero el partido seguía con la igualdad inicial. Ledesma mantenía con vida al Cádiz.

Apenas habían pasado dos minutos del susto anterior cuando Alvaro volvía a disparar desde lejos, una vez más. Otra parada de mérito de Ledesma, que ya era de lejos el mejor jugador del partido para un Cádiz que seguía sufriendo ante un Rayo que disfrutaba con su fútbol y que finalmente consiguió su objetivo cuando en el minuto 40 Iza, que resultó expulsado, cometió un clarísimo penalti sobre Alvaro. El colegiado revisó la acción en el VAR y señaló la pena máxima lanzada por Isi para lograr el 1-0. Merecido premio que completaba Alvaro García en el descuento para cerrar el choque con un segundo gol que hacía justicia al trabajo desplegado en una gran primera parte franjirroja.

La segunda parte arrancó con la misma avalancha de la primera. El Rayo llegó en apenas dos minutos con dos grandes ocasiones de Isi, que no logró su objetivo por poco y que refrendaba la tremenda superioridad del Rayo ante un Cádiz que quiso recortar distancias con su primer remate a puerta en el minuto 49. Fali mandó el balón por encima del larguero en una acción a balón parado. Primer acercamiento cadista en un partido sin historia para sus intereses.

Tanta superioridad, en el marcador, el juego y numérica de jugadores, pareció aletargar el partido hasta que otro latigazo rayista redondeó la tarde a la hora de juego. Fran García provocó una falta que dejaba al Cádiz con nueve jugadores por expulsión de Rubén Alcaraz. Y Lejeune completaba la historia del partido con el tercero de la tarde en golpeo directo a puerta.

El 'repaso' era tan abrumador que, por momentos, pareció que el Rayo no quisiera más hacer leña del árbol caído, aunque Unai remataba junto al palo de la portería de Ledesma, y Camello aprovechaba una gran acción de ataque para, fácilmente, hacer el cuarto. Todo estaba visto para sentencia cuando Lejeune, en un despeje, estrellaba el balón en la cara de Balliu para que el Cádiz, casi sin querer, recortara distancias. 

Antes del final el VAR tuvo protagonismo de nuevo en una acción dentro del área en la que Fali empujó a Nteka que se revolvía dándole un incomprensible cabezazo al jugador del Cádiz. La amarilla se convertía en roja directa. Lamentable acción del atacante vallecano.

Y volviendo a lo deportivo, el 4-1 no fue suficiente renta para Lejeune que a la salida del córner cerraba la goleada de un partido que tuvo el guion claro desde el pitido inicial y que se cerró con una victoria clara y contundente de un Rayo que quiere consolidar su feudo como uno de los más complicados del campeonato. Buena manera de cerrar una extraordinaria semana con el empate en el Wanda y la goleada ante el Cádiz.