Lo de Lugones fue una fiesta en la competición de Copa. Lo de Yecla, una competitividad bestial para un equipo de Segunda RFEF. Al Rayo Vallecano le costó muchísimo encontrar su fútbol, su juego y la manera de meterle mano a un Yeclano Deportivo que supo en todo momento como jugarle a los de Francisco. Los de Vallecas tuvieron que esperar hasta el último minuto para sellar su pase a la siguiente eliminatoria. No sin sufrir

Para el partido el técnico almeriense puso en juego a futbolistas teóricamente titulares (Aridane, Raúl de Tomás, Ratiu, Óscar Valentín...) combinado con otros que disputan menos minutos pero que tienen en el torneo del K.O. su espacio (Martín, Cárdenas, Nteka...). Era un 11 de garantías con jugadores de contrastado prestigio que se preparaban para una larga batalla ante un equipo que planteó el partido desde la intensidad.

Los blaugranas iban, apretaban, entorpecían la salida del balón franjirroja, chocaban en los duelos, se mostraban implacables a la hora de cortar las jugadas de peligro rayista. El Rayo aguantaba el chaparrón pero no pisaba el área. Fue el Yeclano quien hizo los honores para inaugurar el uy en la grada. Riquelme, Silvente y Pedrosa probaron a Cárdenas desde la media distancia y estuvieron a punto de desnivelar el marcador.

Del Rayo ni rastro. Tuvimos que esperar pasada la media hora para que la afición franjirroja tuviera una ocasión que llevarse a la boca. Y no llegó en solitario. Primero Raúl de Tomás con un gran disparo lejano que se fue por poco y después Bebé probando suerte de idéntica forma fueron lo más destacado de los primeros 45 minutos para los nuestros.

Tras el paso por vestuarios la imagen del equipo vallecano mejoró. El silencio se hizo en el campo municipal de la Constitución cuando Ratiu filtró un pase por banda a Jorge De Frutos que encaró a Sergio Díaz en el mano a mano mandando su remate al larguero. La pelota con todo el suspense del mundo cruzó toda la línea de gol para marcharse al lateral. Fue la más clara y no volverían a tener una así hasta el final.

El Yeclano se recuperó del susto utilizando su mejor arma: su afición. Desde la grada empezaron a apretar y el "sí se puede" se colaba por los micrófonos de la retransmisión de Pasión por el Rayo. El aliento de los casi 4000 aficionados que abarrotaban el estadio llevó en volandas a los suyos. Los de Francisco dominaban el balón, el ritmo y el tempo pero no las oportunidades. Y con cada balón perdido las contras eran casi letales.

A los locales les faltaba la claridad en los últimos minutos ante una zaga rayista muy acertada tanto en el repliegue, como en los manos a mano y en los centros laterales. El implacable paso del tiempo nos acercó al último cuarto de hora en el marcador clásico de los campos municipales como el de Yecla. Para entonces ambos entrenadores habían agotado ya sus cambios refrescando la zona ancha y buscando algo de oxígeno en las cargadas piernas de sus futbolistas. Pozo, Unai, Falcao, Ciss y Pacha Espino le dieron una marcha más a los franjirrojos.

Pero la clave iba a estar en los últimos 5 minutos. Cárdenas, inédito hasta el minuto 86 de partido, voló de palo a palo para sacar con la mano izquierda un balón que se colaba tras el lanzamiento de falta de Juanje. Y del 1-0 pasamos al 0-1 casi sin pestañear. Unai López le puso en bandeja el gol a un letal Radamel Falcao que aprovechó la primera que tocó dentro del área. El golpe lo acusó el Yeclano que se fue con todo arriba permitiendo al Rayo sentenciar el partido con un golazo de Raúl de Tomás que casi nadie vió. Ni siquiera el árbitro que tuvo que esperar la confirmación de su juez de línea de que el guardameta local sacaba la pelota de dentro de su portería para señalar el centro del campo.

RdT no lo celebró pero sí reclamó su gol al colegiado cuando parecía que no iba a concederse. La eliminatoria se iba a Vallecas y confiamos en que el hambre goleador de Raúl de Tomás también. El Rayo estará en el bombo de la tercera eliminatoria gracias al rugido del tigre. Uno que hoy tuvo eco en otro killer que estaba dormido.