Ficha técnica:
Rayo Vallecano (0): Dimitrievski, Balliu (A), (RDT, minuto 82) Aridane, Lejeune, Pacha Espino (Chavarría, minuto 82), Oscar Valentín, Unai López, Trejo (Falcao, minuto 75, Isi (Nteka, minuto 66) Alvaro (A)(A) y Camello (De Frutos, minuto 66).
U.D. Las Palmas (2): Valles (A), Cardona, Alex Suárez, Javi Muñoz (Loiodive, minuto 87), Perrone, Sandro (Benito, minuto 77), Moleiro (Marvin, minuto 68), Mika Mármol, Munir (Marc Cardona, minuto 87), Kirian y Herzog.
Goles: 0-1. Minuto 35. Moleiro;; 0-2. Minuto 82. Javi Muñoz.
Árbitro: Melero López.
VAR: Munuera Montero.
RAYO VALLECANO 0 (-) - U.D. LAS PALMAS 2 (Moleiro y Javi Muñoz)
El Rayo perdió ante Las Palmas. Jugó bien, presionó y trabajó mucho, gozó de ocasiones claras, pero fue blando en momentos puntuales cediendo una victoria vital para acercar la permanencia a Vallecas.
Tras la eliminación copera ante el Girona, el Rayo ya está centrado en su único objetivo: celebrar el centenario en Primera División. Para conseguirlo sabe que debe mejorar en sus registros de local y que el mercado de invierno empiece a generar los recursos que las competiciones oficiales han mermado sustancialmente con la ausencia de futbolistas como Bebé y, principalmente, como Pathé Ciss. Porque el centro del campo de los de Francisco, con la ausencia obligada de Kike Pérez y la lesión de Diego Méndez, se limita a lo que vimos hoy de inicio: Oscar Valentín y Unai López, que repetían después del duelo copero y que hoy tuvieron que formar de inicio ante la evidente falta de efectivos en una zona tan importante del terreno de juego como la 'sala de máquinas'.
El resto del equipo estaba claro de antemano, porque la Copa obligaba a hacer muchos cambios en el once, devolviendo al equipo inicial ante Las Palmas a futbolistas como Dimitrievski, Balliu, Aridane, Lejeune, Pacha Espino, Alvaro, Isi, Trejo y Camello. Así se mide el 'músculo' de un equipo, que dobla jugadores por posición y que, únicamente, ante situaciones como la Copa Africa limitan su potencial.
El rival de hoy, la U.D. Las Palmas, llegaba con las buenas sensaciones de la liga, con su elegante y atractivo fútbol por bandera y con el 'sinsabor controlado' de su eliminación copera ante el Tenerife. Los canarios, como el Rayo, saben que su guerra está en partidos como el de hoy en el Estadio de Vallecas, que presentó una estupenda imagen y que colgó el cartel de 'No hay entradas' algo más de una hora antes del inicio del choque.
El Rayo tenía claro que el planteamiento de partido pasaba de primeras por apretar desde el principio y hasta que durase la gasolina, cualquier otra opción hubiera sido ilógica. Y así arrancó el equipo vallecano, presionando arriba, apretando en la salida del balón e incomodando a un equipo cuya premisa única es la de salir con el balón en los pies. Sin ideas de cómo hacerlo, los de García Pimienta recibieron el primer toque de un Rayo hiperactivo que probó con un duro lanzamiento de libre directo de Lejeune que complicó a Valles, que terminaría viendo cómo el segundo intento de Alvaro se marchaba desviado por poco. El plan funcionaba en los primeros minutos para un Rayo que jugaba con la línea defensiva en medio del campo y con el resto del equipo metido en campo amarillo. Tocaba esperar si el planteamiento daba sus frutos antes de que las fuerzas empezaran a flaquear.
Alvaro aprovechó una buena jugada por banda izquierda para plantarse ante un Valles que se hizo enorme para tapar el intento del extremo franjirrojo. El baño táctico, técnico y, sobre todo, de espíritu, era descomunal. Las Palmas no sabía cómo quitarse de encima a un equipo que mordía en cada acción y que, además, tenía claro que en cada pérdida había que cortar el juego con rapidez.
Los visitantes habían 'desperdiciado' la mitad del primer período y fue entonces cuando empezaron a combinar con algo más de soltura. Alex Suárez complicó a Dimitrievski con un remate desde la frontal que tocó en un jugador por el camino. Era el primer acercamiento de un equipo que volvió a sufrir con un remate de Alvaro que se fue alto por centímetros. El Rayo estaba siendo mejor, pero poco a poco bajó su ímpetu inicial. La presión inicial no había dado ningún fruto positivo, tocaba seguir remando sin descuidarse ante un rival que sabe jugar muy bien a esto llamado fútbol espectáculo. La atractiva apuesta de los canarios se había topado con un planteamiento valiente y agresivo que les limitó mucho, tanto en las ideas como en la ejecución.
El Rayo trabajaba bien la presión y alternaba el 'salto' inicial de los hombres de primera línea (Camello, Trejo, Alvaro e Isi), con los de la segunda (Oscar Valentín y Unai), que también aparecían para realizar el esfuerzo incial de mandar al equipo a la guerra. Cuando Las Palmas superaba la presión tocaba ir a trincheras, juntar líneas y evitar que la magia canaria desequilibrara los metros finales. En el Rayo era Trejo el que ponía la magia en sus acciones, pero superada la media hora de choque, la pelea estaba igualada.
Con el duelo igualado llegó el clamoroso error de Dimitrievski, ayudado por Lejeune. El central devolvió el balón al normacedonio que 'lo cedió' al centro para que Moleiro, completamente a placer, marcara el 0-1. El Rayo se pegaba un tiro en el pie justo cuando Las Palmas empezaba a despertar. Las imprecisiones de los visitantes, sin resultado de gol para el Rayo, tuvieron respuesta negativa en los locales, que regalaron el primer gol del partido. Ahora ya tocaba seguir remando, pero a contracorriente.
Los delanteros franjirrojos no dejaban de echarse las manos a la cabeza en cada acción de ataque que finalizaban rematando fuera o con Valles evitando el empate. Lo buscó Balliu, también Isi y Camello se desesperó viendo cómo no le llegaba el balón definitivo. El Rayo seguía trabajando bien un partido que se había puesto cuesta arriba por sus propios deméritos. El final del primer tiempo dejaba un mal sabor de boca, porque el equipo lo había hecho casi todo para merecer lo contrario de lo logrado.
El segundo período arrancó sin cambios y con De Frutos, Pozo y Nteka calentando en la banda. Unai probó fortuna desde lejos, anticipando los momentos de presión del primer tiempo para buscar lo que no había llegado en el primer tramo de partido: los goles. El Pacha Espino sorprendió con una llegada tras centro de Balliu que salió desviado cuando ya se cantaba el gol del empate. El Rayo tenía que apretar, sin descuidar la retaguardia ante un rival que sabía que en una contra estaba la puntilla al partido. Los canarios seguian haciendo el campo muy estrecho, juntando sus líneas y dificultando la fluidez del juego vallecano.
En el minuto 60 Lejeune marcó un gol que sería anulado por claro fuera de juego de Alvaro, que minutos antes también había estado cerca de superar a Valles. El Rayo seguía apretando y ya no sólo merecía el empate, sino mucho más, pero el error del primer tiempo y su falta de acierto en ataque dejaban todo el esfuerzo en nada.
El partido se esfumaba y Francisco buscaba soluciones con De Frutos y Nteka primero y con Falcao poco después. Quedaba un cuarto de hora y la desesperación se reflejaba en el rostro de los franjirrojos, que se desencajarían con lo que quedaba por vivir. Alvaro vio la cartulina roja tras dos amarillas consecutivas y en la siguiente acción Javi Muñoz iba a poner la puntilla al partido con el 0-2. Todo dicho y hecho en un Estadio de Vallecas que enmudeció viendo que su equipo se hundia después de 'quemar las naves' con la entrada de Chavarría y De Tomás.
El Rayo se había pegado un tiro en el pie con el error de Dimitrievski en el primer tiempo, su falta de acierto en ataque y la expulsión de Alvaro.