El cambio de inquilino en un banquillo suele ser sinónimo de movimientos en las plantillas y búsqueda de soluciones a nivel táctico, pero también de jugadores que tenían protagonismo con el primer entrenador, pero que dejan de tenerlo con el nuevo y viceversa. En el Rayo de Iñigo Pérez también ha sucedido, aunque el movimiento de piezas es tan sutil que parece casi inapreciable.

Echando un vistazo a la trayectoria de la plantilla con Francisco y partiendo de la base que la comparativa entre las 24 jornadas a sus órdenes y las 5 con Iñigo tienen demasiadas variables incontrolables (sanciones, lesiones, etc.), podemos apreciar que hay jugadores que han sido y siguen siendo 'intocables'. Entre los que ninguno de los dos técnicos ha buscado recambio se encuentran Stole Dimitrievski y Florian Lejeune. El portero ha disputado todos los minutos hasta la fecha, mientras que el central tan sólo fue sustituido a falta de dos minutos para la conclusión del Granada 0-2 Rayo.

En defensa tenemos un poco de todo, desde Balliu que ha jugado todo con Iñigo, hasta Espino y Aridane que, por cuestiones diversas, han perdido la titularidad en alguno de los partidos al mando del nuevo entrenador, aunque el canario ha disputado más minutos por partido con la llegada de Iñigo.

En el centro del campo sucede algo similar. Mientras Oscar Valentín y Pathé Ciss (ausente durante la disputa de la Copa de Africa) han bajado su media de minutos con Iñigo respecto a los que venían jugando con el anterior míster, Unai López ha ganado protagonismo en la medular, con Kike aportando casi tan poco como en la primera etapa. 

Jugadores como Trejo siguen en la misma dinámica de juego, mientras que los extremos Isi y Alvaro, también por cuestiones diversas como sanciones o lesiones, han bajado su participación. Además, hay otros futbolistas que siguen sin contar demasiado: Mumin, Pep Chavarría, Ratiu, Bebé, Falcao, Nteka, pero sobre todo Martín Pascual y Pozo.

Pero de toda la plantilla hay cuatro futbolistas que han visto claramente modificado su rol en el equipo. En la parte negativa está el delantero Sergio Camello, que ha pasado de jugar una media de 44 minutos por partido con Francisco a los 19 actuales con Iñigo Pérez, mientras que los grandes beneficiados del cambio de entrenador son Raúl de Tomás, De Frutos y Crespo, que con Iñigo Pérez al frente han visto cómo su aportación en estos cinco partidos ha aumentado considerablemente.