Sergio Camello es ahora mismo uno de los nombres protagonistas en la pretemporada del Rayo Vallecano. Y eso que lleva apenas 3 días de entrenamientos con sus compañeros. Pero cuando uno conquista un oro olímpico en la prórroga de la final contra la anfitriona y marcando un doblete, tu vida cambia.

Pese a ello el ariete se ha mostrado humilde y natural como siempre pese a haber hecho historia para España y también para el Rayo Vallecano. Estas han sido sus declaraciones al medio oficial del club.

Sensaciones

Estoy todavía asimilando. La gente pensará que estoy eufórico y feliz pero la sensación es algo distinta. Volver al barrio, al equipo, es un golpe de realidad. Tengo una tensión también de los 40 días que nos hemos pegado que ha sido grande intentando dormir... Estoy que necesito reposar mentalmente y lo valoraré con el tiempo pero obviamente estoy muy feliz.

Soñando con la medalla de oro

Te imaginas conquistar el oro con la selección española porque teníamos nivel. Pero nunca piensas que después de 32 años lo vas a lograr. Ha habido generaciones que no lo ha conseguido y sabes la dificultad que conlleva. El fútbol no está tan cuidado en los Juegos Olímpicos con partidos a las 3 de la tarde con sensaciones de 40 grados. Es casi como si fuera un torneo de pretemporada porque no va ligado a la temporada y no llegas rodado y tienes dudas de cómo llegaras

Convocatoria

Me gusta porque he escuchado a algún compañero hablar de mí. Lo que sabía era que en la lista de 22 me daba igual llegar con la etiqueta de reserva y así lo valoraba yo. Sabía que tenía que aportar y quería tomármelo como que si me descartaban que me sirviese de pretemporada para engancharme con el Rayo. No lo vi de forma negativa sino todo lo contrario, he ido sumando, me he ganado el cariño de la gente con el trabajo y la dedicación, apoyando a todo el mundo igual que ellos a mí. Hemos sido un grupo muy unido. Todo lo que he dado fuera se me recompensó en esa prórroga con esos dos goles y lo más bonito y que he valorado que fue el cariño de todo el equipo.

Soñando con ir a los JJ OO

Siempre te marcas objetivos individuales y colectivos. Uno de ellos era ir a los Juegos Olímpicos. El año pasado ya participé en la clasificación y sé que se vive solo una vez en la vida. Es el evento a nivel deporte más grande del mundo. Me lo he currado en el Rayo y he pasado una temporada mala en el Rayo a nivel de números. Eso a nivel anímico lo pagas y no lo he pasado bien pero el fútbol me estaba guardando algo bonito. Tenía que seguir trabajando y se ha visto la recompensa de no bajar los brazos. Soy el más feliz del mundo. Este año lo afronto con la misma ilusión.

Guinda a una temporada complicada

Ha merecido la pena y lo veo reflejado en mi familia. Ellos lo han sufrido sin poder hacer nada al respecto: de que yo no estaba bien. Y para ellos verme subido en el podio con la medalla y abrazarme con ellos con la medalla viendo su cara de emoción es el regalo que me tenía el fútbol. No lo voy a olvidar en la vida.

Nueva temporada en el Rayo

El año lo afrontaba con ilusión. He pasado ya dos años en el Rayo, me he adaptado y ya no soy el niño de la cantera del Atlético. Se ha juntado ahora con esto y esto te da un plus. Estoy con ganas de que llegue la temporada y con muchas ganas e ilusión.

Dedicatoria

Esta medalla es un cachito de muchas cosas: de esfuerzos de mis padres porque consiguiese mis cosas, del camino que he hecho con mi hermano que he compartido el camino en el Atlético que me ha ayudado pese a que vio como yo seguía y él no, los sacrificios de la gente que no ve... Hace muchísimos años que no veraneo ni con la familia ni con mis amigos, cumpleaños que no celebro, eventos, bodas... Eso es algo que la gente no ve y no valora. Piensan que lo que cobramos ya compensa y no es así. Y la medalla está hecha de todo ello. Cada compañero, cada entrenador han sumado. Lo que más feliz me hace es que también haya una parte del Rayo Vallecano que es una parte muy protagonista ahora en mi vida.

Homenaje de empleados, cuerpo técnico y jugadores

No me esperaba todo el recibimiento, el pasillo con todo el mundo fuera, el cartel que lo pondré en mi terraza, la tarta... Yo tenía muchas ganas de verle porque el vestuario es parte importante de mi vida porque paso más tiempo con ellos que con mi familia y tenía ganas de compartirlo con ellos. He sido muy feliz, me ha encantado el recibimiento y espero que esto sume para la temporada.

Historia del Rayo

Se siente que estás en una parte de la historia el Rayo Vallecano. Vine aquí con 20 años con el número 34 con ficha del filial y no me imaginaba que iba a estar en la historia del Rayo. Todavía necesito que pasen los días y los meses y será cuando lo valoraré con perspectiva. Es un orgullo y una responsabilidad.