R. ZARAGOZA - R. VALLECANO

El azar ha sido caprichoso con el Rayo. Un equipo recién ascendido después de su calvario en la Segunda "B", que ha tenido que pasear su nombre y su escudo por campos por los que no se le imaginaba hace no tanto tiempo y que ahora, una vez recuperado el prestigio, su sitio, la entidad y la categoría, afronta aquellas guerras que nunca debió abandonar. El azar ha sido caprichoso porque había muchas formas de iniciar el regreso a Segunda División, y la Fortuna quiso que fuera a lo grande. Un recién descendido como el Murcia visitaba el Teresa Rivero, cuando muchos todavía disfrutaban de sus vacaciones de verano.

Y ese mismo azar quiso que la competición se cerrara con otro equipo grande, quizá con el más grande. El Real Zaragoza de los Oliveira, Ewerthon, Arizmendi, Pavón,... recibe al cuadro de Mel, y lo hace siendo el mejor conjunto ante su público. Su trayectoria en el histórico estadio de La Romareda está siendo tan brillante, o mejor incluso que la del conjunto vallecano en el Teresa Rivero. Ambos comparten el privilegio de ser los únicos equipos de la categoría que mantienen su feudo inexpugnable. Y eso, en una liga tan competida e igualada, significa mucho.

El Zaragoza de Marcelino sobrevive en los primeros puestos de la tabla gracias a su impecable trayectoria casera, y a pesar de sus regulares resultados lejos de su feudo. Sus inicios ligueros fueron pobres (derrota ante Levante, 2-1, y dos empates consecutivos frente a R. Sociedad y las Palmas, ambos 2-2) dejando a los maños con un sabor agridulce en su caída a la categoría de plata del fútbol español. Estos han sido sus resultados en su propio estadio, unos números espectaculares para un equipo confeccionado única y exclusivamente para el ascenso: Zaragoza 2 - R. Sociedad 2; Zaragoza 2 - Elche 0; Zaragoza 2 - Murcia 1; Zaragoza 4 - Alavés 2; Zaragoza 2 - Xerez 1; Zaragoza 1 - Castellón 1; Zaragoza 3 - Eibar 0; Zaragoza 2 - Huesca 2; Zaragoza 3 - Alicante 0 y Zaragoza 1 - Salamanca 0. Sus flojos resultados lejos de la Romareda les han llevado, sin embargo, a ocupar la segunda plaza en lugar del primer puesto que muchos vaticinaban al principio de la campaña.

El peligro de este equipo se llama Ewerthon, y se llama Oliveira, artífices del 60% de los goles de un equipo que en su propio estadio siempre ha marcado dos o más tantos, excepto con Castellón (1-1) y Salamanca (1-0). Un conjunto el de Marcelino que sobretodo en los primeros minutos de cada encuentro juega a un ritmo infernal que desarbola cualquier defensa. Doce de los treinta y tres goles anotados por los maños han sido logrados en la primera media hora.

En el apartado de tarjetas, Paredes, que hoy se ha entrenado al margen del resto de sus compañeros y es duda para el encuentro, ha recibido seis cartulinas amarillas. A continuación, Pignol y Pulido con cinco, Zapater, Arizmendi y Jorge López con cuatro y Generelo, Pavón, Oliveira, Gabi y Chus con tres, son los jugadores más amonestados.

La historia, para los héroes
Enfrente tendrán al Rayo, ese equipo capaz de 'merendarse' a la Real Sociedad en Anoeta o de ser superior al Hércules, ese conjunto que nos ofrece buen fútbol y regulares resultados lejos de Vallecas. Los franjirrojos darán por cerrada la primera vuelta de la competición, y pase lo que pase en la Romareda, con un notable alto. Recién llegados a esta categoría se han codeado con los mejores, han tuteado a la U.D. Salamanca o al Xerez, han superado con nota a Castellón o Eibar, pero también se han "olvidado" puntos por el camino (Alicante o Sevilla At.).

Quizá llevemos demasiado tiempo lamentando las ocasiones falladas, hablando del buen juego y de los regulares resultados, de las oportunidades de Piti, del fallo de Michel o de Aganzo como único goleador. Quizá nos estemos olvidando de lo esencial, en el fútbol moderno lo que cuentan son las victorias, el resto no, y esas victorias tienen que llegar, sean ante el Murcia, el Zaragoza o el Alavés.

La Romareda es un estadio histórico, y la historia recuerda principalmente a los héroes. Para el encuentro de mañana, Piti, con su dedo roto, o Sousa, si finalmente supera la prueba de hoy, querrán ser los héroes de un encuentro teñido del blanco y rojo de una afición que apoyará desde la grada. Las variantes a la ausencia de Michel se reducían a la presencia de Sousa, pero la duda de su aparición por unas molestias musculares colocan a Enguix, o incluso Manolo, en las apuestas para acompañar a Diamé en el centro del campo. La vuelta de Salva probablemente devolverá a Amaya al banquillo, o quizá a la grada y la falta de puntería de Piti puede ofrecer a Pachón o Perera la oportunidad de seguir 'engordando' sus estadísticas.

Partido grande, con dos rivales que juegan al ataque, que les gusta el fútbol, con juego combinativo y elegante, con dos equipos que quieren luchar por lo más importante este año, el ascenso. Ambos saben que ese logro pasa únicamente por mejorar fuera de casa, y mañana, el Rayo, tendrá la oportunidad de abrir la senda de la victoria y el camino hacia una gloria que, a día de hoy, siguen teniendo a tiro de piedra. El futuro dictará sentencia, el presente pasa por la capital aragonesa.

Un sentimiento, una ilusión... ¡aúpa Rayo, aúpa campeón!