Ficha técnica

Rayo Vallecano (1): Cobeño; Tito, Gálvez (A), Amat, Casado (Vázquez, minuto 79), Javi Fuego, José Carlos (Delibasic, minuto 80), Lass, Chori Domínguez (A) (Adrián, minuto 73), Piti y Leo.

Málaga C.F. (3): Willy Caballero (A), Pacheco, Gámez, Welligton, Demichelis, Joaquín (Piazón, minuto 71), Toulalan, Baptista (Santa Cruz, minuto 67), Morales, Iturra e Isco (Portillo, minuto 77).

Goles: 0-1. Minuto.21. Welligton. 1-1. Minuto 31. Piti, de penalti. 1-2. Minuto 54. Baptista. 1-3. Minuto 85. Morales

Árbitro: Iglesias Villanueva.

El Rayo Vallecano cayó derrotado ante el Málaga en un partido en el que los de Pellegrini aprovecharon su contundencia a balón parado y su orden táctico para condicionar el devenir de noventa minutos en los que el Rayo tuvo fases de aturdimiento y de falta de mordiente ofensiva.

Jémez decidió mover fichas en el centro del campo para tapar la ausencia de su creador de fútbol, Roberto Trashorras, y dando entrada a José Carlos por un lado y a Lass por el otro, centró la posición de Piti y le dio toda la libertad, que habitualmente no tiene, para que el capitán se colase entre líneas y surtiese de balones a Leo y 'Chori' Domínguez. Precisamente fue la intensidad del argentino la que sirvió para que los franjirrojos aguantaran el primer cuarto de hora metidos en un choque que podía servirles para rubricar su candidatura a puestos europeos, ante un Málaga que llegaba a Vallecas con medio pie en la liga y con otro en la máxima competición europea, donde el miércoles afrontarán el partido más importante de toda su historia. Con esa premisa el técnico chileno del Málaga protegió a Saviola y jugó sin un delantero centro nato, dejando a Baptista como falso delantero.

El Málaga diseñó un partido en el que los primeros minutos fueron de contención, tras su primer gol, de más contención y de manejo del balón, y tras el segundo, paso atrás y fulgurantes salidas a la contra para finiquitar un choque en el que todo le salió a pedir de boca. El primer golpe lo asestó Welligton y lo hizo a balón parado. Su inapelable remate de cabeza enfrió a un Rayo que había intentado con su habitual bullicio, presión y asedio al rival, llevar el partido a su terreno, sin mucho éxito.

El tanto llevó el encuentro a un escenario distinto al esperado por los locales, que veían como sus escasos acercamientos al área rival finalizaban sin el peligro que  habitualmente se genera en Vallecas. Tuvo que ser en una llegada de Tito, una salida tardía de Caballero, la picardía del lateral y la decisión del colegiado de señalar penalti, la que llevó las tablas al marcador, igualando el fútbol y el resultado de un partido que los malagueños terminarían decantando en una segunda y discreta mitad del Rayo.

El tanto anotado por Piti a la media hora, acertando en la pena máxima señalada por el colegiado Iglesias Villanueva (mala actuación la suya, pésimamente ayudado desde las bandas por sus auxiliares), parecía servir para que el cuadro franjirrojo despertara de su letargo y se diera cuenta de la importancia de un partido y de un marcador que en la victoria les acercara a los de arriba y en la derrota les permitiera conservar la diferencia de goles a favor, tras la victoria (1-2) en La Rosaleda. Pero ni una cosa ni otra sería posible.

Lo primero que hizo el Málaga nada más iniciarse la segunda mitad fue aprovechar un error del colegiado, que no señaló una clara mano en el control de balón que originó la jugada del gol rematada de cabeza por 'la bestia' Baptista. El gol del brasileño obligó al Rayo a asumir más riesgos y la lectura del partido de los vallecanos distó mucho de ser la más acertada. El equipo franjirrojo se desmembró, apostó por las acciones más individuales que colectivas y buscó el cuerpo a cuerpo con un Málaga que tiró de inteligencia para formar un bloque defensivo inexpugnable y para, con velocidad, definir el rumbo definitivo de los tres puntos.

Lo conseguiría Pedro Morales con un remate espectacular a falta de cinco minutos para la conclusión. El chileno fue uno de los jugadores más destacados del conjunto malaguista. Su visión de juego y su presencia sirvieron a su equipo para llevarse una importante victoria del feudo vallecano, donde se pudo ver a un equipo con orden y contundencia y con una calidad que es proporcional a la suma de los nombres de las grandes figuras que conforman su actual plantilla. El Rayo, a pesar de la derrota, sigue pensando en Europa y, desde el minuto siguiente a la conclusión del choque ante el Málaga, solo tiene un pensamiento en la cabeza: ganar en Balaídos.