Ficha técnica:
Rayo Vallecano (3): Rubén, Arbilla (A), Zé Castro (A), Gálvez (A), Nacho, Trashorras, Saúl (A) (Baena, minuto 66), Falque, Rochina (Lass, minuto 78), Bueno (Seba Fernández, minuto 53) y Larrivey.
Real Betis (1): Adán, Juanfran, Paulao (Vadillo minuto 32), Perquis (Jordi, minuto 66), Chica, Lolo, N´Diaye, Nono (A), Leo Baptistao (A) (Verdú minuto 66), Jorge Molina y Rubén Castro.
Arbitro: Hernández Hernández.
Goles: 1-0. Minuto 14. Rochina; 2-0. Minuto 26. Paulao, en propia puerta; 3-0. Minuto 51. Larrivey; 3-1. Minuto 79. Chica.
Las matemáticas, las carambolas, lo inexplicable y lo imposible serían las únicas causas que podrían enviar al Rayo Vallecano a Segunda División. La lógica, lo justo y lo comprensible dicen que el conjunto vallecano es de Primera una temporada más. Parecía una locura pensar algunos meses atrás que, a falta de cuatro jornadas, la alegría desbordaría la vida de los seguidores del Rayo, pero el fútbol ha transformado la pesadilla en sueño y el sueño en realidad. Más allá de los momentos de angustia, de apuro, de los murmullos de la grada, de los silbidos a este o aquel jugador, el Rayo ha logrado con la unidad de todas sus fuerzas el objetivo de la salvación. Ahora, cualquier premio que venga, bienvenido será.
El conjunto de Paco Jémez ha sido el verdugo definitivo de un Real Betis que llegó a Vallecas con pocas esperanzas de salvarse y que sale del estadio franjirrojo totalmente zarandeado y con los dos pies en la categoría de plata del fútbol español. Los de Calderón fueron un muñeco roto en manos de un equipo que ha encontrado el equilibrio perfecto cuando más falta hacía y que ante los verdiblancos aprovechó su situación agónica para ponerles la puntilla definitiva. Paulao, con dos errores consecutivos que permitieron al Rayo adelantarse con un claro 2-0 y que terminó pidiendo el cambio, se convirtió en el primer protagonista de un encuentro que apenas tuvo historia.
El regreso de Leo, abucheado por la grada, junto a Jordi Figueras y Rubén Castro, totalmente desaparecidos, no ayudó al Betis a salvar los muebles. Su apuesta futbolística, sin apenas presión sobre la salida del balón, con muchos jugadores marcando el paso más que buscando dejarse el alma en cada balón dividido, tendría su colofón en la desastrosa actuación del defensa Paulao. Una cesión horrorosa en el minuto catorce permitió a Rochina anotar el 1-0 y tan solo diez minutos más tarde, un intento de despeje del propio jugador verdiblanco superó a su cancerbero, Adán, significando el 2-0. Tal cúmulo de despropósitos llevó a Paulao a pedir el cambio voluntario, cuando apenas se había cumplido la primera media hora de un choque que evidenció las carencias de un Real Betis totalmente asfixiado por su situación en la tabla.
Con el marcador favorable, los de Jémez siguieron acumulando ocasiones de gol. Gálvez rozó el tercero con un lanzamiento de falta que golpeó en la barrera y salió a córner, Larrivey y Zé Castro tuvieron las suyas, al igual que Falque, cuyo disparo se marchó fuera por poco. El Betis, a merced de su rival, se limitó a buscar a Leo en alguna carrera aislada y a llegar sin apenas peligro por el centro, donde tanto Gálvez como Zé Castro se mostraron con la contundencia habitual.
En la segunda parte el partido siguió con el mismo ritmo. El Rayo imponía su mayor ambición y el Betis, que mejoró algo su presencia sobre el césped, buscó recortar diferencias, sin conseguirlo. Rochina remató para lograr el tercero tras una excelente jugada de ataque, gol que conseguiría finalmente Larrivey al aprovechar el balón suelto que quedó fruto del disparo del valenciano. Otra vez Larrivey, otro gol del argentino que sigue en estado de gracia, y que bien pudo haber aumentado su aportación de haber acertado con un gran envío de Seba, que entró en la segunda mitad, y que el argentino terminó rematando en plancha, de cabeza, al larguero de la portería de Adán. También se toparía con la madera Falque, tras un gran disparo desde la frontal del área.
Chica, a falta de diez minutos para la conclusión, maquillaría el resultado sin poder evitar que el Betis sea 'carne de Segunda'. Los vallecanos, que ahora aspiran a terminar entre los diez primeros, después de una temporada de trayectoria totalmente ascendente, visitarán al Granada de Piti en busca de un objetivo imposible de adivinar meses atrás.
