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RAYO VALLECANO. Trofeo Puchero

El Rayo se lleva el Puchero pese a su poco fútbol

Los de Sandoval, que estuvieron espesos, aprovecharon una acción individual para llevarse el partido

Escrito por Miércoles, 31 Agosto 2016

    Un solitario gol de Adri Embarba en la segunda mitad decantó el Trofeo Puchero de Alcorcón. Los de Sandoval presentaron muchas caras nuevas, entre las que destacó el debut del centrocampista Zuculini.

    A.D. ALCORCÓN 0 - RAYO VALLECANO 1 (Embarba)


    Ficha técnica:

    A.D. Alcorcón (0): Dani Jiménez, Vega, Páez, Elgezabal, Razvan, Toribio, Víctor Pérez, Alejo, Samu, Martín Luque y Alvaro Giménez.

    Rayo Vallecano (1): Gazzaniga, Galán, Pablo Clavería, Dorado, Aki, Santi Comesaña (Javi Guerra, minuto 85), Zuculini (Quini, minuto 82) Mojica (Embarba, minuto 56), Aguirre (Alex Moreno, minuto 60), Joni Montiel (Kike, minuto 50) y Manucho.


    Seguramente hoy tampoco era el día idóneo para desplegar el mejor fútbol. El Trofeo Puchero de Alcorcón presentó a un Rayo con infinidad de caras nuevas, pero con las mismas sensaciones vividas por el 'Equipo A' en el arranque liguero en Segunda División. Y eso que los chicos le pusieron empeño y quisieron agradar al técnico y a la afición vallecana, que una vez más dejó constancia de su presencia en la grada, pero ni por esas. Este Rayo juega lento, es previsible, no desborda y entre balón al medio y balón atrás permite que el rival, que tampoco ofreció gran cosa hoy, se coloque, espere y se desespere, haciendo que todos terminen igualmente desesperados. Pocas ideas, poco fútbol y, como resultado, un partido de empate decantado por una acción fugaz de un Embarba que no es el que era, pero que al menos hoy lo intentó algo más.

    Sandoval decidió 'mover' el equipo para ir equilibrando tiempos de puesta en escena en su plantilla, presentando una alineación totalmente desconocida y formada por aquellos jugadores que se han ido quedando fuera conforme llegaba la hora de la verdad. Hoy no estuvo Toño, pero Gazzaniga le emuló con un paradón al estilo del alicantino. La defensa fue de nuevo una 'prueba', con Dorado y Clavería -qué bien se desenvuelve el joven jugador de la cantera vallecana en esa posición- y con dos laterales como Galán y Akieme que no pudieron sumarse al ataque. Bastante tenían con estar bien situados en su zona de juego. El debut del recién llegado Zuculini pasó casi desapercibido, igual que la calidad de un Comesaña que pierde toda su magia cuando se vuelve hacia atrás y cuando la lentitud marca sus acciones. Por los extremos, dos casi desconocidos Mojica y Diego Aguirre tampoco mejoraron a Joni Montiel y Manucho, que también estuvieron grises. Con la suma de todas estas actuaciones individuales el partido fue consumiéndose sin acciones de peligro, sin pisar área contraria, sin 'uy' ni 'ah', ni nada de nada. Si este es el fútbol de Segunda, si esto es lo que nos espera toda la temporada, alguno se borrará del mapa antes de tiempo. Está claro que la diferencia de calidad entre Primera y Segunda es notable, que el tipo de fútbol es diferente, que los equipos no están rodados y que la capacidad de este Rayo nadie, en principio, puede ponerla en duda. Así las cosas, habrá que seguir esperando.

    En la segunda parte el choque cambió de rumbo y no lo hizo para mayor gloria de los visitantes, que seguían con su ritmo cansino y pausado. Gazzaniga se lucía ante un disparo desde la frontal que mereció la suerte del gol y la entrada de Embarba pareció despertar por momentos a un Rayo que comenzó la segunda mitad a merced de un Alcorcón que quiso demostrar que estaba sobre el terreno de juego y que tenía intención de levantar su propio trofeo. Coincidiendo con los mejores momentos de juego de los amarillos, un robo de Embarba en la medular, su posterior carrera superando a la zaga y un buen remate suponían el 0-1 para un Rayo que por momentos pareció levantarse para ofrecer algo de fútbol en Santo Domingo. Un puro espejismo, porque de nuevo Gazzaniga tenía que salvar a los suyos evitando que un intento a balón parado de Luis Fernández se convirtiera en el empate.

    Desde ese momento hasta el final, un gran lanzamiento de falta de Embarba, que tocó la parte superior del larguero alfarero, y varias acciones individuales de Alex Moreno, pondrían algo de espectáculo en la tarde noche que se consumía con más expectación que fútbol y que finalizó con la alegría de la grada de Vallecas y con los jugadores dándose un baño de multitudes con los suyos. El Almería espera a la vuelta de la esquina, poco más que decir.

     

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