Almería y Rayo Vallecano volvieron a medir sus fuerzas en el mismo escenario tras el abultado 3-0 del encuentro liguero del fin de semana y lo hicieron con ilusiones renovadas, con muchas caras diferentes, pero con una apuesta futbolística que volvía a dejar dudas en ambas escuadras. Mientras los locales contaban con varios jugadores del segundo equipo, José Ramón Sandoval apostaba por dar minutos a los menos habituales, con el complemento de Amaya y Ebert, supuestos titulares, y de Aki, lateral zurdo del filial que tuvo la oportunidad de ser titular en copa. El partido, lejos de presentarnos a dos equipos conscientes de las limitadas opciones que presenta una eliminatoria a partido único, pareció seguir el mismo patrón del enfrentamiento liguero. La creación de juego de ambos conjuntos fue tan limitada que los porteros se convirtieron en meros 'comparsas' de un espectáculo marcado por el poco público presente en el Estadio de los Juegos Mediterráneos y por el calor de la noche almeriense.

Un remate de cabeza de Manucho al primer palo, salvado 'in extremis' por el portero local (minuto 36), sería todo el peligro generado en la primera mitad por dos equipos que estuvieron tan incómodos con el balón en los pies, como cómodos a la hora de defender a su rival.

Diego Aguirre aprovechó dos 'zarpazos' a la contra para sentenciar la eliminatoria

El arranque de la segunda mitad ofreció a un Rayo desconocido en este inicio de temporada. El conjunto franjirrojo se hizo dueño del balón, Mojica se atrevió a encarar a su par, y el Almería percibió que su rival ya se parecía más al equipo que se supone y no tanto al que, en la realidad, han podido 'sufrir' en dos partidos consecutivos. Comesaña, que ocupó junto a Clavería la zona medular, intentó un disparo alejado que se marchó alto y que supondría el primer aviso de un Rayo que se creyó superior y que buscó triangular por el centro y descargar a las bandas, principalmente a la izquierda, por donde se incorporaba el colombiano Mojica.

Pese al cambio de imagen del Rayo, el Almería no varió el ritmo de su fútbol cansino, lento y falto de chispa, circunstancia que aprovecharía Sandoval para dar entrada a Javi Guerra y buscar que el trabajo del malagueño hiciera variar de manera definitiva el devenir del partido, que llegaría a la contra y por sorpresa. Con el Almería descolocado, un envío largo de Mojica para la carrera de Diego Aguirre permitiría al ex jugador del Toledo superar a Cuesta y lograr el 0-1. El Rayo mandaba en el marcador y también en el manejo del balón.

El joven Clavería se quitó de encima los nervios y la presión del primer período, ayudando con su gran despliegue físico a los centrales Amaya y Dorado, que agradecieron el excepcional trabajo de su compañero. A falta de veinte minutos, Zuculini se incorporaría para oxigenar el centro del campo, sustituyendo a un Comesaña que había dejado algunos destellos de su clase pero que, en cambio, no tuvo la continuidad que ayude al equipo a tener mayor presencia ofensiva. Clavería por su parte se vino arriba, buscó un disparo lejano para sorprender a Cuesta y, además, siguió participando en la creación de juego de los franjirrojos.

El partido estaba donde querían los vallecanos. La ventaja en el marcador, acompañada de una mayor presencia en campo contrario y un manejo de balón más efectivo, aunque falto de velocidad, minimizaba el peligro de un Almería que confió en Chuli para, con quince minutos por delante, arreglar el desaguisado local. Gazzaniga seguía sin intervenir, bien arropado por su equipo, y cuando los rojiblancos intentaron dar un paso al frente, los de Vallecas buscaron sorprender de nuevo con Diego Aguirre, que tendría mucho más protagonismo que en la primera mitad, y con Mojica, que también estuvo a mejor nivel que en los primeros cuarenta y cinco minutos.

Con el Almería entregado a su suerte, y sin la calidad suficiente como para hacer peligrar la victoria franjirroja, el Rayo finiquitó el duelo aprovechando que el portero andaluz se había sumado al ataque. Un envío largo para la carrera en solitario de Diego Aguirre supuso el 0-2 que dejaría al Rayo en tercera ronda y al Almería eliminado a las primeras de cambio.