Sandoval todavía sigue buscando el modelo de juego que se asemeje a lo que busca de su equipo. El técnico dice haberlo perdido tras lo mostrado en una exitosa pretemporada que se ha transformado en un mal arranque liguero y que está llevando al conjunto franjirrojo a unas posiciones a las que en principio no debería estar llamado. Con algunos cambios puntuales en otras zonas del terreno de juego, hay dos parcelas que preocupan y obsesionan al técnico por encima del resto. Los hombres de banda ofensiva y la mediapunta se han convertido a día de hoy en la gran asignatura pendiente del equipo y la búsqueda de soluciones no termina de aclarar las dudas.
En los extremos ya han jugado Alex Moreno, Lass, Embarba, Mojica, Diego Aguirre y Ebert, pero ninguno ha conseguido afianzarse de manera definitiva en el puesto. Si en Elche Alex Moreno no se atrevió a hacer lo que sabe, contra el Valladolid fue Embarba el que se quedó a medio camino entre lo que sabe y ha demostrado que puede hacer y lo que ofreció. Ayer el madrileño siguió intentando superar a sus adversarios, lográndolo en varias ocasiones, mientras que su compañero en la otra banda se estrellaba una y otra vez contra el muro defensivo del Mirandés. La entrada de Diego Aguirre desatascó la zona y permitió llegadas más claras por las bandas, que siguen siendo el gran talón de Aquiles con el que tiene que lidiar el técnico franjirrojo. Además, las combinaciones con la media punta y la apertura de espacios para la entrada de la segunda línea ofensiva, tampoco están permitiendo nuevas opciones de ataque a un equipo que pierde mucha lucidez en los metros finales.
Precisamente es la mediapunta la otra zona en la que Sandoval sigue sin dar con la tecla. Ahí han jugado por momentos tanto Patrick Ebert como Javi Guerra, en pretemporada lo hizo Joni Montiel y también se adelantó unos metros Comesaña para rondar la frontal del área, ahora le toca el turno a Trashorras y, ayer, por circunstancias del partido y con la idea de 'quemar todas las naves' apareció Piti para moverse entre líneas en busca de ese último pase que equilibrara un partido que estaba cuesta arriba. La apuesta de Trashorras para aprovechar su calidad y su visión de juego sirvió para brindar a Vallecas la victoria ante el Mallorca, pero en cambio no tuvo mucho efecto en el choque de Anduva. Las defensas juntas y ordenadas son el peor aliado para un Trashorras que, ante la ausencia de espacios y sin la movilidad del delantero y los extremos, se convierte en un jugador normal, muy alejado de la magia que sus pases han demostrado en tantos partidos. La aparición de Piti parece abrir nuevas opciones al equipo y Sandoval podría plantearse retrasar nuevamente a Trashorras a una zona del terreno de juego mucho más despejada y libre de efectivos y dejar que sea el catalán el que se mueva para buscar a los hombres de las bandas, sean quienes sean, y a los delanteros, que ayer también sufrieron los rigores de un inicio de temporada marcado por los malos resultados.
Ante el Getafe se espera el regreso a la convocatoria de Ebert, recuperado de sus molestias físicas ante el Mallorca, ampliando el abanico de posibilidades para las dos zonas que obsesionan al técnico rayista.
