El Rayo Vallecano sigue buscando el camino que le devuelva al escalafón más alto de la élite futbolística y, por primera vez en estos inicios de temporada, intentó parecer un equipo con estilo definido, con ideas claras y con un patrón de juego que parece agradar más al técnico que a muchos de los aficionados rayistas. No vamos a decir que por haber derrotado claramente a un inoperante Getafe estamos ante un gran Rayo, pero tampoco se puede decir que el de hoy se pareciera en casi nada al grupo que perdió en Elche y Almería o al que empató con más pena que gloria ante el Valladolid. En Miranda, pese a no jugar un gran fútbol, ya se pudo ver al menos un cambio de actitud, circunstancia refrendada hoy ante los de Esnaider, que pasaron por Vallecas sin evidenciar ni por un segundo que también aspiran a recuperar el sitio perdido en Primera División.

Vayamos por partes. La alineación de hoy, cumpliendo con lo anticipado en los días previos por el propio técnico, presentó las novedades de Mojica y Ebert en nombres, pero sobretodo el regreso de Trashorras a la sala de máquinas del equipo para ofrecer alternativas futbolísticas más concretas y efectivas que hasta ahora. El alemán estuvo muy activo durante todo el encuentro. Ebert es ese tipo de futbolista que siempre quiere ser protagonista, que ayuda, que pelea y que busca sus opciones. Su acierto estuvo lejos de lo que se espera de él, pero su trabajo volvió a quedar fuera de toda duda. Lo mismo sucedió con Galán en el lateral derecho, sobre todo en la primera mitad, y con Mojica en el extremo izquierdo, una auténtica bala que trajo por el camino de la amargura a Damián y que desesperó a más de un futbolista del cuadro getafense.

El partido, fiel a la tradición, comenzó explosivo por parte del equipo de Sandoval. Embarba, con un remate cerca del palo, y Javi Guerra en dos ocasiones, intentaron 'abrir la lata' en los primeros compases de un partido que arrancaba fuerte, pero que poco a poco iría perdiendo fuelle. La idea del Rayo era sencilla de intuir, dos pases, internada por la banda y centro al área; cambio de orientación, internada por banda y centro al área o combinación con hombre interior, salida a exterior y centro al área. Ese es el patrón de juego ofensivo de un equipo que confía en recuperar para la causa a hombres como Javi Guerra, Piti e incluso Miku, abucheado por parte de la grada pese a no jugar.

El primer cuarto de hora fue de dominio absoluto por parte de un Rayo que, cuando pareció perder el empuje necesario para seguir acorralando a su rival, se encontró con el gol de Galán, que aprovechó un balón rechazado por el larguero de la portería de Alberto para lograr el 1-0. Mojica seguía con su gran derroche físico por la banda izquierda y Embarba quería descargar de responsabilidad a su compañero intentando hacer lo propio por el costado contrario. Entre tanto, Zé Castro y Amaya apenas tenían complicaciones ante la falta de intensidad de un Getafe totalmente desconocido

Para la segunda mitad, los de Sandoval nos tenían reservados los mejores minutos de lo que va de competición. Con el público totalmente volcado para ayudar a los suyos y tras el gol de Javi Guerra para quitarse la tensión de encima, el conjunto franjirrojo aprovecharía que los de Esnaider intentaron dar un tímido paso al frente para combinar, tocar, tocar, tocar y buscar las salidas rápidas para redondear el resultado. Un penalti cometido sobre Adri Embarba, que no convirtió en gol Trashorras por la intuición de Alberto, pudo haber supuesto la estocada definitiva a un derbi que ofrecería sus mejores minutos, con el Rayo soltándose los nervios y buscando los espacios para sorprender.

La aparición de Piti y Manucho apenas tuvo consecuencias en el devenir de un choque que ya estaba casi visto para sentencia y que finalizó con Toño luciéndose para detener un balón que se dirigía a la escuadra derecha de su portería. El Rayo logró la victoria, fue intenso, corrió más que el rival, por momentos jugó bien al fútbol y dejó entrever los primeros brotes verdes de lo que podría ser ese patrón de juego que tanto reclama el técnico. Reus será su próximo examen.