¿Qué sensaciones te deja la derrota ante el Córdoba?

De cara a la clasificación final no corremos peligro para descender, pero duele mucho también esta derrota. Después del buen arranque que hemos hecho, en la primera parte hemos tenido situaciones buenas de gol, nos hemos ido poco a poco diluyendo en juego, en sensaciones, y es una derrota que a mí me duele mucho, nos duele mucho, nos tiene que doler mucho. Hay que intentar acabar lo mejor posible ante el Sevilla, son tres puntos que hay que intentar ganar sí o sí para acabar lo más arriba posible. Tenía la ilusión de acabar en dieciséis jornadas en una muy buena clasificación y sin estos dos partidos no va a ser así. Sé que a veces vienes de una dinámica difícil y conseguir un objetivo hace que te relajes un poco, pero no era nuestra intención, lo habíamos planteado de otra forma. Las cosas son así. El Córdoba ha hecho su partido y se ha llevado una victoria que personalmente me duele, porque en casa nos tenemos que hacer fuertes, no para hoy sino para siempre y no es una buena costumbre perder partidos, no es una buena costumbre.

¿Crees entonces que el equipo se ha relajado?

Hemos empezado muy bien pero, poco a poco, con el paso de los minutos no hemos tenido ese empuje que nosotros queríamos, pero como te decía, también entiendo que la situación a veces de conseguir un objetivo, después de llevar mucho tiempo sufriendo, quizá haga que no salgan las cosas como uno quiere porque te relajas un poco. Después del inicio del partido que hemos hecho, que me ha gustado mucho, no hemos entrado en esa dinámica de ser agresivos con balón. La idea no era esa sino ser muchísimo más intensos, pero después del 1-2 nos ha costado muchísimo y, a pesar de buscar alguna alternativa, tanto táctica como de cambio de jugadores, no ha podido ser.  Por nuestra gente y por nuestras propias familias, que han pasado un año difícil, merecíamos acabar en casa de mejor forma.

Después del partido de hoy, ¿te queda el mal sabor de boca de no haber dado una oportunidad a alguno de los menos habituales?

Las decisiones las tomo pensando que son lo mejor para el equipo. No pienso que me haya equivocado, bueno no lo sé, pero hemos intentado poner el mejor equipo para ganar al Córdoba. La idea era acabar en casa con una victoria y demostrarle a la gente que tenemos ese gen ganador que necesitamos en el Rayo Vallecano.

Finaliza la temporada como local, ¿qué balance haces de tu paso por el equipo este tramo final de temporada?

Son quince partidos y en los tres primeros se vieron las ideas que queremos pero no con resultados y se nos pusieron las cosas muchísimo más difíciles, a cuatro puntos de la salvación. Ese es el punto de inflexión en el que más orgulloso estoy de lo que hicieron los jugadores. Siguieron creyendo en la idea, siguieron entrenando con mucho compromiso y actitud y luego llegaron los resultados. En los tres primeros fue en los que vi más dificultad, porque tenías la sensación de hacer las cosas bien pero no ganamos ninguno de los tres. El punto de inflexión aquí con el Oviedo fue lo más destacable de estos quince partidos, que no eran fácil. La idea es mantener esta filosofía, de ser dominadores del balón y buscar portería contraria. Esa es la idea que vamos a tener siempre, tiene que ser un dogma de fe para nosotros.

¿Cómo se presenta la próxima temporada en cuanto a bajas y a tu futuro?

Yo tengo un año más y sobre las altas y bajas deberá ser la dirección deportiva la que te responda a la pregunta. En el mundo del fútbol nunca se deja de trabajar en ese sentido. Tiene que haber continuidad, habrá gente que salga, gente que entre, pero eso ya es mirando más a futuro.