El Rayo está disputando esta semana otro de esos partidos vitales que marcan el futuro de la entidad. No se juega sobre el terreno de juego, lo hace en los despachos y en la calle. La afición del Rayo está en pie de guerra y como ya sucediera en la temporada 2010/11 volverá a manifestarse para protestar por la situación actual de la entidad. Por todos es sabida la fractura irreconciliable que mantienen totalmente separados a seguidores y dirigentes del club, situación que se ha agravado esta semana tras conocerse que la Comunidad de Madrid decidía cerrar el Estadio de Vallecas al público ante la falta de seguridad de cara al choque ante el Athletic programado para el próximo sábado. A raíz de esta noticia se han producido infinidad de afirmaciones contradictorias procedentes tanto de la propia Comunidad como del club, provocando dudas generalizadas tanto sobre la razón real del cierre como sobre la reapertura del estadio.

La afición de Vallecas, encabezada por sus peñas, se reunirá esta mañana con representantes de la Comunidad para conocer de primera mano la situación del graderío de la Avenida de la Albufera, que recordamos ha sido uno de los focos de mayor protesta de la hinchada vallecana al denunciar públicamente que en el partido ante el Sevilla se movía de manera mucho más evidente que en ocasiones anteriores. Esto ha provocado que los técnicos examinaran la estructura del estadio y a partir de ahí se tomara una decisión apoyada, supuestamente, en una intensificación de las obras que se están llevando a cabo por parte de la empresa Fonsan para superar la Inspección técnica de Edificios que la Comunidad no ha acometido desde el año 2012.

Tras dicha reunión entre aficionados y Comunidad, los representantes de las peñas ofrecerán una rueda de prensa en la que expondrán las medidas a tomar, que pasan en primer lugar por una manifestación el próximo sábado, a partir de las 18 horas, con partida en el Puente de Vallecas y finalización en el estadio, con la que también pedirán la marcha del presidente Raúl Martín Presa, al considerarle uno de los principales culpables del deterioro actual del estadio vallecano.