Opinión. No sé a vosotros pero a mí me está matando. Estas semanas sin fútbol en Vallecas están acabando conmigo. Medio verano con la cabeza puesta en el retorno del Rayo a primera división para esto... Quién me iba a decir a mí que el hecho de vivir con la incertidumbre de que no llegaran jugadores al equipo de Míchel no iba a terminar con el comienzo de la liga ni con el cierre del mercado de fichajes. Porque en realidad tengo la sensación de que para el rayismo la liga no ha empezado. Ni siquiera ver la puntuación del resto de equipos mientras en nuestro casillero luce un flamante 0 me saca de mi error.

Me parece un sueño haber asistido a la primera jornada contra el Sevilla. Es un infausto recuerdo no solo por la goleada, al fin y al cabo hemos vuelto a primera para sufrir, sino por todo lo que ha pasado después con el estadio. Y casi me parece un sueño haber tuteado a todo un Atlético de Madrid en su estadio.

De esas dos primeras jornadas parece haber pasado un mundo, aunque en realidad solo han pasado dos semanas. El problema es que aún falta otra más para volver a ver al Rayo competir y quién sabe cuántas para volver a Vallecas.

Hasta hace apenas unas horas existían serias dudas de que el Huesca - Rayo se pudiera disputar en El Alcoraz el próximo viernes. Pero, según recogen los compañeros de Radio Huesca, la directiva del equipo oscense y la dirección de obras han pisado el acelerador para la instalación de las gradas supletorias y las torretas de luz y el estadio estará listo para su debut en primera.

Donde no está tan clara la cosa es por Vallecas. El rayismo sigue viviendo con la incertidumbre de dónde jugará el Rayo el 22 de septiembre. El informe de la Comunidad de Madrid certificando el buen o el mal estado de las gradas del estadio y la viabilidad de una evacuación en caso de emergencia podría aún demorarse una semana (el 13 y 14 de septiembre se celebra el Debate sobre el estado de la Región de Madrid). Y lo mismo sucede con las obras previstas hasta finales de octubre que podrían afectar a más partidos. A 16 días de celebrarse el Rayo - Alavés lo único seguro es que nadie sabe nada.

El Rayo Vallecano ha dejado claro que, en su día, la CAM les aseguró que las obras no afectarían a la celebración de partidos en casa. Un discurso victimista que deja claro que ellos no son responsables de las obras y que a su vez tampoco serán responsables de la solución. No hay alternativa: o Vallecas o aplazamiento.

En estas tres semanas de parón, ¿alguien del Rayo Vallecano se ha movido para buscar un estadio alternativo donde jugar en caso de cierre del estadio? A mí no me consta y si alguien lo ha hecho, ¿qué cuesta salir ante la prensa y demostrar un mínimo interés por apaciguar el ambiente?

Creo que a estas alturas, la afición del Rayo Vallecano está más que preparada para un obligado 'exilio' masivo al Calderón, Getafe, Salamanca, Albacete o la Cochinchina... aunque a todos nos encantaría no movernos de Vallecas. Lo que no se puede es vivir con esta incertidumbre.