El sábado el Rayo recibe en Vallecas al más difícil todavía. Los de Michel, en una racha muy negativa en liga (donde aun no conocen la victoria en casa), reciben a los de Valverde que parecen haber encontrado su razón de ser.
Vallecas ya ha demostrado en más de una ocasión estar a muerte con su míster; el míster, confiado en que los resultados llegarán.
Y es que Vallecas es así, Vallecas no se rinde. Cuanto más duro es el camino, más unidas están las fuerzas. Todos a una, hasta el final, sea cual sea ese final.
Pero el sábado es una de esas citas con la historia. El sábado es el momento de dar el golpe sobre la mesa, de decir “hasta aquí”, de imponer el poder de la franja. El sábado es de esos días en los que Vallecas temblará, la grada se dejará el alma, y los jugadores en la cancha hasta el último aliento. Porque por este escudo se hacen locuras.
¿Y si David es capaz de vencer de nuevo a Goliat? ¿Y si con las escasas armas que tiene el Rayo es capaz de vencer al arsenal del Barça? Confianza plena en los pupilos de Michel, confianza plena en nuestros guerreros. ¡A las armas!