El Rayo Vallecano estuvo a punto de dar un mordisco a la historia y, de paso, un salto hacia adelante con tirabuzón y triple mortal, pero se estampó contra el suelo cuando el Barcelona, contra las cuerdas, se 'inventó' dos goles que helaron el caldeado ambiente de Vallecas.

La primera parte fue de todo menos aburrida. El Fútbol Club Barcelona salió al terreno de juego con la clara intención de dominar el choque. Desde el inicio, los de Valverde tomaron las riendas y, cuando perdían el balón, presionaban de manera asfixiante evitando que el Rayo pudiese domarlo. El premio para los culés llegó pronto. En el minuto 10 de choque, Busquets vio como Jordi Alba encendía la moto y cogía la autopista de su carril izquierdo para filtrarle un balón en profundidad. El de l’Hospitalet se metía dentro del área con el balón controlado y, levantando el periscopio, veía a Luis Suarez entrar solo. El charrúa remató a placer para enfriar el ambiente en Vallecas.

El Barça seguía dominando el juego; el Rayo incapaz de hilar dos pases seguidos. La primera media ocasión de la franja se hizo esperar hasta el minuto 20 de juego, cuando Imbula probaba un lanzamiento desde lejísimos. Su golpeo se marcho bien alto. Tres minutos más tarde, De Tomás lo probaba de testa, pero su recurso no obtuvo premio tampoco. La más clara vino en el 30. Un jugadón a la contra del Rayo Vallecano metía el miedo en el cuerpo a la zaga culé- Contragolpe de libro: Trejo abre a la derecha para que Embarba en velocidad llegue a línea de fondo y ponga un caramelo a las botas de Pozo. El ex del Almería llegó desde atrás y su remate se marchó lamiendo el palo. Vallecas se quedó con la miel en los labios.

Sin embargo, el premio iba a llegar pronto. En el 35, José Pozo recogía un balón muerto en la frontal del área y, sin pensárselo, sacó a relucir su diestra para mandar a guardar el balón a la red. Golpeo exquisito del 22 que previamente tocaba el palo.

El Barça no conseguía volver a meterse en el partido. Sin embargo, Suárez dispuso de una muy clara ocasión, golpeando de primeras desde la frontal. Solo el palo pudo evitar que esa rosca se colase en la portería.

La primera mitad llegaba a su fin con dos partes bien diferentes: el Barça comenzó dominando y sometiendo al Rayo; los de Michel fueron capaces de enchufarse e igualar el marcador.

La segunda parte empezó como acabó la primera. El Rayo salía al campo con aire renovado, y tomando la iniciativa en el encuentro. En el minuto 56, Álvaro García adelantaba a los pupilos de Michel. Embarba ponía un buen balón a la cabeza de Raúl De Tomás. El remate del ariete se topaba con el palo y el rechace lo aprovechaba el ex del Cádiz. Era el primer balón que tocaba tras entrar al verde sustituyendo a Trejo.

El Rayo tenía el partido donde quería. Sin crear excesivo peligro, se notaba en el ambiente que estaba más cerca el 3-1 que el 2-2. Imbula amenazó a Ter Stegen tras recuperar un balón en el centro del campo y hacer una gran jugada personal. Su disparo final con la puntera de su bota se marchó fuera.

Sin embargo, el partido no se había terminado, y quedaba el vuelco final. La felicidad vallecana tuvo su fin en el minuto 86. Jordi Alba oteaba el horizonte y puso un buen balón a Gerard Piqué, actuando de palomero. El central dejaba el balón muerto para que de primeras Dembélé le pegase a bote pronto. Su golpeó obtuvo premio. Empataba el Barça. Tres minutos más tarde, Suárez ponía el 2-3 final en el marcador. Embarba perdía la marca, y un gran centro de Sergi Roberto le servía al ariete uruguayo para prolongar su buena racha. Jarro de agua fría no, helada, el que caía sobre Vallecas.

Con este resultado se llegaba a la conclusión del choque. El Rayo, que lo intentó de todas las maneras, no supo cerrar el partido y lo acabó pagando.