El Rayo tiene ante sí una nueva oportunidad para ofrecer a su parroquia esa victoria que tanto se está resistiendo. Tras vencer en feudo del Huesca, colista de la competición, los de Míchel han sido incapaces de volver a sumar de tres, dejando además dudas en algunos momentos y muy buenas sensaciones en otros. Mañana espera Mestalla, ese lugar donde los locales pueden disfrutar de lo lindo o sufrir como en el mismísimo infierno.
Los de Marcelino, técnico del que hoy mismo nos hemos acordado en PxR, son un equipo con muchas dudas. Enfrascado en una lucha que supuestamente no le corresponde, tanto por potencial deportivo como económico y social, el Valencia es un conjunto que todavía no ha encontrado su camino. Con problemas en Champions League, donde todavía tiene alguna posibilidad de avanzar, es en la liga donde han estado totalmente alejados de su mejor versión. En Mestalla, los valencianistas aún no han visto ganar a su equipo. Cinco empates (At. Madrid, Betis, Celta, Barcelona y Leganés) y una derrota (su último partido en casa) son el corto bagaje de un equipo diseñado para navegar en otras latitudes, pero que tiene que convivir con la presión de una clasificación muy alejada de sus aspiraciones europeas. Y Mestalla no es la mejor plaza para poner a prueba la paciencia del personal.
El técnico valencianista comentaba hoy que "es un partido muy importante para ganar porque lo necesitamos, la afición está con nosotros y tres días después del partido ante el Girona FC donde no logramos ni el empate, tuvo una respuesta formidable con el equipo. Queremos ser agresivos, ser intensos y transformar ese partido en victoria para la satisfacción de todos", añadiendo que "es un partido complicado, parece que porque juguemos contra el Rayo pueda ser fácil, pero no lo es. Es un equipo atrevido, muy dinámico y que nos pondrá las cosas difíciles, pero sabemos que tenemos que ganar. Es muy importante la victoria para consolidar esa racha de victorias iniciada antes del parón".
El Rayo intentará que el Valencia sienta la presión de su propia grada
Uno de los pilares en los que el Rayo podría asentar una hipotética victoria es la ansiedad del rival y la presión que su propia hinchada pueda ejercer sobre sus jugadores. Los vallecanos saben que, por todo lo mencionado anteriormente, el conjunto levantino es el claro favorito y, por tanto, el equipo que teóricamente está obligado a vencer y sumar los tres puntos. En cambio, a nadie se le escapa que Míchel y los suyos también tienen una presión añadida por la situación clasificatoria y por la falta de resultados, lo que convierte el encuentro en un choque de necesidades.
Míchel hubiera preferido que, tras las actuaciones frente a Barcelona y Villarreal, la competición hubiera seguido su curso, viendo que el equipo ya mostraba muchos de los signos y configuraciones grupales que considera esenciales para lograr el objetivo de la salvación. El parón de selecciones ha servido para seguir trabajando los conceptos defensivos de un equipo que sufre por los costados y que se descose en algunos momentos por el centro, pero le ha cortado el ritmo competitivo que no termina de 'enganchar' para dar una alegría a una afición que mañana estará en número superior a los 300 en las gradas del estadio de Mestalla.
El conjunto franjirrojo ha viajado a Valencia con estos hombres: Alberto, Dimitrievski, Advíncula, Amat, Velázquez, Gálvez, Alex Moreno, Akieme, Santi Comesaña, Gorka Elustondo, Pozo, Imbula, Embarba, Alvaro, Bebé, Trejo, Alex Alegría y Raúl de Tomás.
El partido, que dará comienzo a las 16,15 horas, será arbitrado por el colegiado asturiano González Fuertes.
