Por sorprendente que parezca, el Rayo Vallecano 2019/2020 ha echado a andar en el mes de junio, en lo que a confección de plantilla se refiere, con el fichaje de Mario Suárez.

Acostumbrados a tener que esperar hasta agosto (y casi septiembre) para algunas posiciones claves, la rapidez con la que se ha firmado al centrocampista resulta refrescante.

Más cuando era uno de los pocos futbolistas de la plantilla que descendió cuya continuidad exigía buena parte de la afición (y ya sabemos cómo se las gastan en este club cuando hablamos de deseos de los aficionados).

No puedo evitar tener la sensación de que la dirección deportiva, Cobeño, ha intentado solventar lo antes posible uno de los errores del pasado. La ausencia de un stopper, de un centrocampista sacrificado y de un jugador con experiencia en la medular nos costó el descenso del año pasado.

Algunos entrenadores hablan de la importancia de la parcela ofensiva. Otros lo fían todo a la solidez defensiva. Pero el verdadero corazón de un equipo, la sala de máquinas del fútbol, está en un centro del campo que haga llegar balones en ventaja arriba y evite jugadas de peligro atrás.

En todos los equipos hacen falta tipos que sean capaces de meterse en el fango o de echar carbón a la caldera sin que les importe demasiado un poco de humo, de hollín o de barro. Antes de empezar por el tejado, que nos hace falta como el comer, hay que poner los cimientos.

Visto lo visto en el último tramo de la temporada pasada, Mario Suárez parece ser ese perfil de jugador y una de las mayores exigencias de Jémez para el proyecto de regreso a primera. Supongo que tanto jugador como club han hecho sus respectivos esfuerzos: uno jugando en segunda y los otros desembolsando una buena cantidad que nunca sabremos. La transparencia económica no se estila demasiado por estos lares.

El futbolista ha firmado hasta 2022 continuando con la reciente tendencia en el Rayo de hacer contratos largos. ¿Otro error del pasado? Cruzamos los dedos para que el efecto Rat / Javi Guerra no se repita. La afición del Rayo ya solo quiere una jubilación más.