GIRONA 3 - RAYO VALLECANO 1

En Primera y en Segunda División la diferencia la marcan los delanteros centro. El Rayo Vallecano incorporó a su delantero titular en Girona hace apenas una semana. El equipo gerundense tuvo en su once titular a un fuera de serie en la punta, Christian Stuani, al que se le caen los goles de los bolsillos. El futbolista no tuvo piedad de un conjunto franjirrojo muy voluntarioso, pero que volvió a pagar muy caro sus errores defensivos.

El dominio de los primeros minutos fue de un Rayo Vallecano que hacía muy ancho y muy largo el campo con sus extremos pegados a la cal. Desde las bandas comenzó a llevar el peligro al área con internadas y centros de Álvaro García y Embarba. Arriba Ulloa lo remataba todo, pero sin fortuna. A la corta con el pie, fuera. A la salida de un córner de cabeza, fuera. De cabeza tras centro lateral, a las manos de Juan Carlos.

En el ecuador de la primera mitad llegaría la jugada clave que decidiría el rumbo del encuentro. Marc Gual cometía una falta peligrosa sobre Tito pero el colegiado no le mostraba la segunda tarjeta amarilla pese a las reclamaciones del conjunto rayista encabezados por un Paco Jémez que pedía insistentemente el VAR.

La ley no escrita del fútbol dice que cuando perdonas así lo acabas pagando y Stuani dictó sentencia inexorablemente. El Girona rompió la línea de presión del Rayo con una combinación entre Gumbau y Álex Gallar que tras una cabalgada en solitario filtró un pase entre líneas para que el killer definiera de primeras con un tiro cruzado que pasaba por debajo de la mano de Alberto.

El capitán rayista se redimiría poco después cuando Montilivi se levantaba ya para celebrar el 2-0. Stuani le devolvía el favor a Gallar dejándole mano a mano con Alberto cuya manopla salvadora evitó que los gerundenses cerrarán el partido en 8 minutos y dos llegadas. Desde ese momento y hasta el descanso poco fútbol pudo verse y solo un disparo de Embarba al lateral de la red cuando ya se quedaba sin espacio sacó al Rayo del coma en el que había caído tras el gol.

Trejo estuvo a punto de lograr la igualada en la reanudación, pero el palo evitó el gol tras un disparo in extremis en una gran combinación entre Pozo y Álvaro García. Fue solo un espejismo. El Girona comenzó a llegar en oleadas aprovechando los huecos a la espalda de la defensa rayista. Saveljich taponaba un remate franco de Stuani y Alberto haría lo propio con Gumbau. No iba a perdonar Stuani desde los once metros tras un inocente y claro penalty cometido por Catena sobre Jairo (que sustituyó a Marc Gual en el descanso).

Con el 2-0 el Girona se relajó pese a que pudo hacer el tercero en las botas de Gallar. Y de nuevo la ley del fútbol castigaba al que perdonaba a su rival. Luna robó la pelota en la zona de salida del equipo catalán y servía medio gol a Embarba con una magistral asistencia. Pese al 2-1 que parecía acercar al Rayo a los puntos, lo cierto es que el Girona no sufrió en los últimos 20 minutos y cerró el partido tras un robo de un imperial Borja García que machacó Stuani a la red para lograr el hat trick en su cuenta.

Gallar, Borja García y Stuani fueron mucho más efectivos que Álvaro García, Pozo y Ulloa. Cuestión de plantillas. El equipo de Paco Jémez suma su primera derrota en Liga aunque no le perdió nunca la cara al partido. La diferencia tiene nombre y apellidos: Christian Stuani.