Opinión. La Liga decide, La Liga cree que manda, La Liga propone, La Liga se atiene a la realidad y cumple lo que las autoridades deciden. El curso de los acontecimientos en el universo paralelo del fútbol vuelve a demostrar que la vida transcurre por un camino y este negocio marcha por otro muy diferente. Mientras yo veo dificultades para salir adelante, para superar momentos complicados, mientras la economía va a terminar llevándose por delante millones de puestos de trabajo, de pequeñas y medianas empresas; mientras el puñetero virus ha fulminado miles de vidas; mientras todo esto sucede, hay gente que se permite el lujo de decidir que este deporte debe seguir a pesar de todo. Mi opinión: causa mayor para parar de manera definitiva, por razones diversas.
Por un lado, se nos pide a todos que mantengamos las distancias, que no tengamos relación social ni con padres, ni con otros familiares, ni con amigos, ni con vecinos; pero, por otro, se plantea que un deporte en el que hay contacto físico puede volver en apenas un mes. Sin empezar, y a las primeras de cambio, saltan los primeros positivos, ¿acaso alguien pensaba que los futbolistas son marcianos o superhombres que no viven en este mundo en el que el resto nos contagiamos pero ellos no? Si algo nos está demostrando esta situación es que ante el virus todos somos iguales (algo que no siempre podemos decir, ¿verdad?). Parece no importar la seguridad de los deportistas ni la de sus familias, parece que con un puñado de normas todo estará controlado. No es cierto, ante el desconocimiento que se tiene del virus nadie puede garantizar que haya seguridad y si no la hay, ¿a qué estamos jugando? Sé que hay muchos de vosotros que estaréis yendo a trabajar y espero y deseo que lo estéis haciendo con las máximas medidas de seguridad, que las empresas estén cumpliendo todos los protocolos y que a nadie se le obligue a trabajar en situaciones de riesgo. Eso es precisamente de lo que estoy hablando.
Aún así, los que mandan en esto deciden que su máquina de hacer dinero no puede parar, no se puede estancar, no puede perder ni un minuto más. Entre tanto, tú o mucha gente que conoces vive con el agua al cuello sin poder llegar a fin de mes porque su negocio se ha visto obligado a cerrar, o porque os han despedido o habéis entrado en los dichosos ERTES y ya veremos qué ocurre después. Ese sí que es un verdadero drama y no el otro. Venir con cifras en la mano del número de empleos que genera el fútbol es poco menos que indigno teniendo en cuenta que, aunque el fútbol vuelva a su "nueva realidad", la gran mayoría de ellos seguirá en esa regulación temporal que paga 'papá Estado'.
Y llegamos a la parte sentimental, esa que solo parece importarnos a unos cuantos. El fútbol en estadios vacíos es una auténtica perversión del sistema, es algo que aleja este deporte de sus orígenes mucho más y que debería estar prohibido por ley. Sé que es una exageración, pero sin aficionados en un estadio de fútbol, estamos ante cualquier cosa menos fútbol. Nadie puede sustituir con grandes paneles publicitarios a miles de aficionados que, aunque solo sea de manera testimonial, tienen mucho que decir en este negocio. Nunca se cuenta con vosotros, nunca se hacen las cosas pensando en vosotros, ahora quieren que todo siga adelante sin vosotros.
Sé que es algo imparable y también sé que habrá muchos que estarán encantados de la vuelta del fútbol, aunque sea por televisión (y de pago, por supuesto). Sé que mi opinión no será compartida por todos, lógicamente. Y también sé que este será el fútbol que menos me enamore desde que tengo uso de razón.
Por último, y mezclando lo sentimental y lo económico, me gustaría añadir algo más. Si he pagado por un espectáculo y éste no se puede celebrar, quizá alguien se podría plantear devolverme el dinero, sería todo un detalle. Pero si he pagado por un espectáculo y se celebra sin que yo pueda acudir al mismo, aunque no sea culpa del organizador, el detalle pasa a ser una obligación. Algunos clubes han optado por devoluciones o por ofertas para la próxima temporada. Otros, callan.
