Santi Comesaña vivió en el Rayo Vallecano - Girona uno de los partidos más raros de la temporada. En la primera media hora los visitantes pidieron tarjeta amarilla para él en repetidas ocasiones. Pero de jugarse la expulsión expulsión la expulsión expulsión pasó a liderar la la remontada con el gol del empate.
El centrocampista, que hace unas semanas cumplió 100 partidos con la Franja, sigue sumando minutos tras superar una lesión y vuelve a ser un fijo en el esquema de Iraola. Lo cierto es que no parece en su mejor estado físico y de juego pero su capacidad de llegada al área es innegable.
El futbolista gallego empezó el partido llegando tarde en varias acciones por las que pudo ser expulsado. En el minuto 2 el cuadro gerundense ya pidió la primera amarilla por una falta a destiempo y con los tacos por delante en un balón dividido. Era la primera acción punible del partido y el colegiado solo le amonestó verbalmente. En el 15 sí vería la amarilla por una jugada similar.
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— Rayo Vallecano (@RayoVallecano) April 10, 2021
Desde ese momento en cada acción a balón parado sus marcas iban constantemente al suelo buscando el contacto y reclamando su expulsión. Pese al mal inicio de partido, Santi Comesaña acabaría redimiéndose. Tras el saque de centro del 0-1, el centrocampista se fue al ataque y llegó solo al segundo palo para mandar a la red el cabezazo despejado de Antoñín.
Después de protagonizar el empate siguió desesperando a los futbolistas del Girona que volvieron a pedir su expulsión tras cortar una contra en el minuto 43. El jugador rayista no lo recordará como su mejor partido pero su influencia en la remontada (como ya sucedió contra el Sabadell contra quien también marcó) sí quedará en los registros.