El Rayo Vallecano cerró un año más una pretemporada que a juzgar por lo visto no va a servir para mucho. Y no lo decimos por los resultados ni porque el equipo no haya tenido minutos de calidad. La situación es la de todas las temporadas: faltan casi una decena de jugadores que no han entrenado durante estas semanas y no han asimilado el esquema ni la idea de juego de Andoni Iraola.

Los franjirrojos cerraban su tanda de partidos amistosos o de entrenamiento con el Trofeo Ciudad de Leganés que se les volvió a escapar en la tanda de penaltis (4-3). Antes, durante los 90 minutos, los vallecanos habían comenzado por debajo en el marcador como casi durante todos los últimos encuentros. Pero sobre el ecuador del encuentro en la Ciudad Deportiva del Leganés comenzó a tener el mando, a jugar bien al fútbol y a tener oportunidades en las botas de Isi, Bebé o Mario Hernández desde larga distancia.

No sería hasta casi el final del primer tiempo cuando una jugada individual de Bebé le servía el balón en bandeja a Isi para que la empujara igualando el tanto que Sabin Merino había logrado también a placer tras un jugadón de Juan Muñoz que superaba a Dimitrievski con una parábola perfecta. El 1-1 era el resultado justo al descanso.

Nada que ver con la segunda mitad en la que el Leganés fue dueño y señor de un encuentro en el que el Rayo se desconectó del partido tras ver la lesión de Randy Nteka. El futbolista se marchaba en brazos del equipo médico rayista sin poder apoyar el pie por un esguince en el tobillo de la pierna izquierda. Al perro flaco todo se le hacen pulgas y este Rayo Vallecano está muy muy flaco.

Si acaban llegando un portero (y Morro sale cedido), un lateral izquierdo (pese a que Iker Recio está cumpliendo con creces), tres centrales (Saveljich es seria duda para la jornada 1 y Catena ni jugó esta tarde para no arriesgar) y dos delanteros se volverá a ratificar que esta pretemporada tampoco habrá servido para mucho...