Todo lo bueno y todo lo malo que puede deparar el fútbol se vivió en la mañana del domingo en la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano. Cuatro goles, remontada, expulsiones, lesiones... y hasta un penalti detenido. El Rayo B regresó a la senda de la victoria en una locura de partido que ganó por 3-1 contra la RSD Alcalá.

Y eso que el partido no invitaba al optimismo porque después de cuatro partidos sin sumar 3 puntos, el equipo complutense iba a adelantarse en un clamoroso error de toda la zaga al tirar mal el fuera de juego. Con el 0-1, el filial franjirrojo se fue a por el encuentro encontrando el empate en otro error, en este caso visitante. El lanzamiento de falta de Diego Lorenzo sorprendía al guardameta con el bote.

Para entonces ya se había retirado Héctor Peña por los locales (no tiene muy buena pinta) y Ángel Moreno, por los visitantes, lesionados. No iban a ser los únicos: Huelves para los alcalaínos también iba a engrosar la lista de bajas (retirado en camilla con muy mala pinta) en la misma jugada en la que se iba a señalar penalti contra el Rayo B por mano de Bolo. Fue la jugada que cambió el destino del partido porque la manopla derecha de Benedí voló hacia su palo derecho para negarle el gol a Toledano.

Espoleado por el paradón, el filial franjirrojo cambió el guión en un segundo tiempo en el que entró Manzano en el 45 y se retiró en el 65. Justo antes de que Diego Lorenzo aprovechara el jugadón de Pablo Muñoz para certificar la remontada. Con el 2-1 los rojillos (hoy de negro) se fueron arriba y Asier aprovechó la asistencia de Ilies en una transición para firmar el 3-1 definitivo jugando contra 10 por una expulsión.

Con esta victoria, el Rayo B se coloca con 28 puntos en octavo puesto a 5 de la zona de promoción de ascenso que ocupa el próximo rival de los franjirrojos: Las Rozas.