El Rayo Vallecano Femenino pagó ayer en el CD Wanda de Alcalá de Henares los platos rotos de una nueva pretemporada atípica en el club franjirrojo. O una no pretemporada como dijimos anoche durante la retransmisión radiofónica del partido. Las jugadoras rayistas se llevaron una manita en su estreno liguero contra el Atlético de Madrid en un partido que deberían grabarse a fuego en el pecho como enseñanza para toda la temporada.

Porque pese a la manita, a la goleada, a la superioridad en el juego, en el ritmo y en el físico del equipo rival, el Rayo Femenino nunca le perdió la cara al partido. A eso de las 10 de la noche las jugadoras enfilaban el camino del túnel de vestuarios apesadumbradas por la abultada derrota pero con la cabeza alta por el trabajo realizado.

Que no se entienda como una disculpa o un marcador injusto. No lo fue. El Atlético de Madrid fue dueño y señor durante muchas fases del encuentro marcando el tempo del partido y decidiendo cuándo apretaba y goleaba y cuándo descansaba y se dejaba dominar. Y en esos paréntesis de descanso fue cuando las franjirrojas sacaron las uñas. Por las botas de las 16 futbolistas que ayer jugaron hay fútbol de calidad y mucho veneno de cara a portería.

El guión del encuentro fue el esperado. Las colchoneras salieron dominantes, con una presión alta e intensa que hacía que a las nuestras no les durase el balón, imprimiendo velocidad al juego a uno o dos toques y buscando una y otra vez a Bárbara por la banda derecha. Fue la pesadilla de Camila y Yanara en la primera mitad. De sus pies nacería el primero en un balón demasiado pasado al segundo palo que volvió al área para que Maitane cruzase a la red a placer. Era el minuto 9.

El Atlético percutía una y otra vez por la banda izquierda rayista y se sucedían las oportunidades para las locales. Sin acierto, eso sí. Y cuando lo había, ahí estaba una inconmensurable Patri Larqué que pese a encajar 5 tantos fue la mejor del partido. Arriba el Rayo lo fiaba todo a balones largos a Carla Bautista que se bregaba con la defensa adelantada rojiblanca sin fortuna. Hasta que superada la media hora consiguió ganar un balón que servía a Pauleta dentro del área. Su mano a mano lo rozaba Lindahl con la rodilla y se iba lamiendo el palo. Pudo ser el 1-1. 22 manos fueron a 11 cabezas lamentando la ocasión perdida.

Y del empate pasamos al 2-0 obra de Ajibade tras un excepcional centro medido desde la banda derecha colchonera que volvía a acertar en el ataque. El mazazo lo acusó el Rayo Femenino que se hundió en bloque bajo incapaz de rechazar las ofensivas de sus rivales. Sheila fallaba a portería vacía. Larqué detenía una y otra vez los balones que amenazaban su portería. El equipo sufría sin balón. Y justo antes del descanso llegó la sentencia. Córner que remataba sola y a placer en el segundo palo Aleixandri tras un fallo en la marca.

Al descanso todo parecía acabado. Pero no hubo relajación en la segunda mitad. Las 22 jugadoras y las suplentes regalaron a los más de 500 espectadores congregados en Alcalá de Henares un nuevo espectáculo de intensidad, ocasiones y buen fútbol en los segundos 45 minutos. El Atleti, a lo suyo. Moviendo el balón de un lado al otro, buscando el gol desde larga distancia, topándose una y otra vez contra una defensa rayista que pese al 3-0 hacía muchas cosas bien y con acierto.

Quejigo dio aire al ataque rayista con la incorporación de Bulatovic e Iris por Carla Bautista y Yanara Aedo. Y funcionó. La montenegrina robaba un balón junto al área rival, encontraba a Iris sola en el área pero su remate cruzado se iba por muy poco. Y como sucedió minutos antes, pasamos del 3-1 al 4-0 en un claro penalti de Paula Andújar sobre Deyna que lograría su gol desde los 11 metros.

El golpe mandó a las franjirrojas otra vez a la lona. El Atlético se convirtió en un nuevo vendaval en ataque. Larqué atajaba una y otra vez los atajes rojiblancos. Mano a mano con Kgatlana, detenido. Mano abajo a un disparo a rosca de Bárbara. Parada a disparo de Menayo en un libre directo. La guardameta y la defensa rayista evitaban que la goleada fuera más abultada. Aleixandri redondeó el resultado al borde del final del partido en otro córner.

Con 5-0 quizá resulte presuntuoso decir que el Rayo Vallecano Femenino hizo muchas cosas bien y que, quizá, hubiera podido tener otro resultado más favorable si les hubiera acompañado el acierto de cara a portería. Pero lo que es innegable es que después de lo sucedido en pretemporada, el equipo plantó cara a uno de los gigantes de la categoría. Un resultado duro que no debe afectar al vestuario. Cabeza alta. Muy alta.