Se esperaba el caos. Y fue un caos. El Rayo Vallecano citó a miles de abonados que habían renovado sus carnets durante la campaña online de 3 días de duración en la Ciudad Deportiva del Ensanche de Vallecas. Y como era lógico las largas colas, las protestas, el cabreo y la indignación de los aficionados fueron en aumento a medida que pasaron las horas.
Desde la madrugada ya había seguidores rayistas esperando a la apertura de puertas para acceder a una de las 10 carpas instaladas en el parking del recinto franjirrojo. Cada una de esas filas era atendida por un único empleado (o voluntario, vaya usted a saber) que buscaba entre su lista de papel el nombre del solicitante del abono.
El lento proceso motivó que las colas fueran creciendo sin parar y que apenas dos horas después de la apertura inicial, la fila diera casi toda la vuelta a la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano. Casi 1 kilómetro de lenta penitencia en procesión para poder recoger el trozo de plástico más codiciado por el rayismo y que dará acceso al Rayo Vallecano - Elche de mañana y al resto de los 15 partidos del equipo en esta primera división.
ABONOS | Media hora después de la apertura de las puertas de la ciudad deportiva la cola sigue aumentando. Llega hasta la rotonda de la Policía Municipal. pic.twitter.com/2GthekCbRz
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ABONOS | La cola para la retirada de abonos a la hora de apertura de las puertas da la vuelta a media ciudad deportiva. pic.twitter.com/yEmoA9DkJW
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ABONOS | Así pasan la mañana miles de seguidores del Rayo... pic.twitter.com/JcGRcqIkR7
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Además del caos presencial, muchos abonados rayistas también se quejaron porque después de hacer esta interminable cola, al llegar a las mesas sus abonos no estaban disponibles. En lugar de darles una solución allí mismo, les mandaban acudir a las taquillas en la mañana del domingo para ver si se había localizado.
Y mientras la Ciudad Deportiva repetía las imágenes del caos de las últimas semanas en las calles aledañas al estadio, las taquillas centrales del club presentaban una sorprendente tranquilidad entre los aficionados que querían comprar las entradas disponibles para el encuentro.