Al contrario de lo sucedido en enero de 2019, cuando Fran Beltrán jugó su primer partido en el Estadio de Vallecas con la camiseta del Celta de Vigo, esta tarde, su paso por su anterior casa fue menos 'agresiva'. El centrocampista escuchó algún tímido silbido en la presentación de las alineaciones y cuando recibió algún balón, pero en general pasó bastante desapercibido. En el cambio se marchó entre aplausos mayoritarios y devolviendo los mismos a la grada de Vallecas, que esta vez estuvo mucho más moderada con el ex jugador vallecano que cuando vino por primera vez hace casi tres años.