Si un extraterrestre bajara a la tierra y observara los Rayo Vallecano - Elche se podría llevar una idea algo equivocada de lo que un partido de fútbol debería ser. Porque por el azar (o como queráis llamarlo) parece que los duelos entre ambos equipos están marcados por el destino y siempre suceden cosas.
Para el recuerdo del rayismo se quedará aquel enfrentamiento entre rayistas e ilicitanos en busca del ascenso a primera división en el que con 0-0 en el marcador se pudo ver el único gol del portero que se recuerda en Vallecas. David Cobeño lanzaba el balón en largo buscando a Aganzo para montar la contra con la suerte de que entre el bote y el sol el portero visitante se tragaba un gol de portería a portería.
Fue un delirio y la anécdota que acompañará para siempre al guardameta franjirrojo (ahora director deportivo del equipo). Para recuerdo del rayismo se quedará también la remontada ilicitana y cómo celebró ese equipo los goles sin jugarse nada en la clasificación. Cosas de los maletines que jamás se podrán demostrar.
Grandisimo Cobeño
— Jurado!! (@Jurado4Cristian) April 19, 2016
Rayo 1-2 Elchehttps://t.co/9uZv9nzn8X
Pero entre los Rayo Vallecano - Elche también hay otros partidos que quedarán para la infamia como el celebrado tras el temporal de Filomena de Copa del Rey. La nieve que incomunicó media España dejó impracticable el estadio de Vallecas. La falta de gestión del club franjirrojo hizo el resto. No se pudo jugar en el estadio, ni en la ciudad deportiva y a pocas horas del choque se decidió disputar en Las Rozas justo después de otro encuentro.