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CRÓNICA

Real Sociedad 2-1 Rayo Vallecano: Baño de 'Realidad' para el Rayo

El Rayo, ausente durante toda la primera mitad, terminó perdiendo en la segunda pese a su mejoría

Escrito por Sábado, 22 Abril 2023

    El Rayo perdió en Anoeta tras adelantarse en el marcador gracias a un tanto de Isi, que sigue aumentando su cuenta goleadora.

    Santi Comesaña en una acción de juego del partido entre Real Sociedad y Rayo Vallecano en AnoetaSanti Comesaña en una acción de juego del partido entre Real Sociedad y Rayo Vallecano en Anoeta(c) Rayo Vallecano

    Ficha técnica:

    Real Sociedad (2): Remiro, Aihen (A), Pacheco, Zubeldia, Aritz, Merino (Kubo, minuto 62), Zubimendi, Barrenetxea (Illarramendi, minuto 62), Silva (Brais Méndez, minuto 85), Oyarzábal (Cho, minuto 62) y Sorloth (Carlos Fernández, minuto 80).

    Rayo Vallecano (1): Dimitrievski, Balliu (Unai López, minuto 82), Lejeune, Mumin, Santi Comesaña, Oscar Valentín (A) (Pathé Ciss, minuto 78), Andrés Martín (Chavarría, minuto 45), Isi, Trejo (Salvi Sánchez, minuto 66) y RDT (Camello, minuto 78)

    Arbitro: Muñiz Ruiz

    VAR: Hernández Hernández.

    Goles: 0-1. Minuto 56. Isi; 1-1. Minuto 59. Sorloth; 2-1. Minuto 81. Carlos Fernández.


    REAL SOCIEDAD 2 (Sorloth y Carlos Fernández) - RAYO VALLECANO 1 (Isi)

     

    El Rayo Vallecano se presentó en Anoeta con dos bajas (Catena y Alvaro) y con un cambio en el once (RDT por Camello) buscando presentar sus credenciales europeas una vez 'casi' logrado el objetivo principal. Las victorias de Osasuna y Athletic en los partidos previos al duelo en Anoeta obligaban a los franjirrojos a lograr la victoria para recuperar el octavo puesto, sellar la permanencia y pensar que este año sí se podía. Enfrente no estaba cualquier rival, enfrente estaba una Real Sociedad con aspiraciones de Champions que ante su público no quería más disgustos, sustos o sinsabores. Iraola dio entrada a Mumin por Catena y a Andrés Martín por Alvaro, manteniendo el resto del bloque inamovible salvo por la mencionada oportunidad para RDT tras ser titular ante el At. Madrid y no disputar un solo minuto frente a Osasuna una semana después.

    Los primeros minutos fueron claramente dominados por una Real Sociedad que después de celebrar el 0-1 anotado por Oyarzábal debió 'rebobinar' para empezar de cero. La revisión del VAR mostró una clarisima falta de Silva sobre Fran García que inexplicablemente Muñiz Ruiz había mandado al limbo sobre el campo esperando la corrección del vídeo. El Rayo superaba el primer trance con un aviso claro, la Real no iba a perdonar la menor oportunidad para golpear a un equipo que apenas pasaba del medio del campo y que no sabía qué hacer con el balón cuando le caía en los pies.

    La hiperactividad de RDT, que siempre llegaba tarde a las acciones de presión, era lo poquito destacable de un Rayo que sólo pensaba en sobrevivir ante la avalancha local. Sin noticias del centro del campo y con el balón monopolizado de cabo a rabo por los blanquiazules, los franjrrojos perseguían sombras consumiendo muy pronto el supuesto, esperado e inexistente empuje inicial. Las penurias defensivas iban a recibir el segundo aviso en otra gran acción local entre Merino, Sorloth y David Silva, que iba a rematar un balón cruzado que rozaba el poste izquierdo de la portería de Dimitrievski. Ya habíamos 'sufrido' veinte minutos de partido y, por suerte para el Rayo, todo seguía como al principio.

    Superado el ecuador de la primera mitad el partido entró en una fase más anodina e igualada, fruto del menor ritmo local. El Rayo seguía sin mejorar, sin opciones, sin balón, sin presencia en campo contrario y tremendamente preocupado por no sufrir más de la cuenta. La Real seguía protagonizando todo lo que pasaba en el  partido. Lo intentó Oyarzábal desde la frontal del área, con su remate llevándonos a un corner que despejaría con apuros Dimitrievski. No cambiaba nada en un partido que sólo se jugaba en medio campo, el que defendía con mucho trabajo el Rayo.

    Hubo que esperar hasta el minuto 35 para vivir el primer 'disparo a puerta' del Rayo, un lanzamiento de golpe franco de Lejeune que se estrellaba en la barrera sin más consecuencias que el fuerte golpe que recibió Oyarzábal en la cabeza y que obligaba a detener el partido por precaución. A falta de tres para el descanso y con los cientos de rayistas desplazados a San Sebastián cantando en la grada el "Ahora, Rayo, ahora" un lanzamiento de falta lateral acabó en nada de nuevo. Ni ahora, ni antes, ni después. Ese fue todo el "peligro" de un inoperante y desaparecido Rayo en toda la primera mitad.

    El cambio de imagen del Rayo y dos goles en dos minutos cambiaron radicalmente un partido que terminó en derrota

    El segundo tiempo arrancó con una modificación en el once franjirrojo. La oportunidad otorgada por Iraola a Andrés Martín tuvo su minuto de caducidad en el descanso (veremos si esta decisión no trae consecuencias mayores a largo plazo para un jugador que quedaba señalado por encima del resto). Su lugar lo iba a ocupar Pep Chavarría, que debía convertirse en el Alvaro que no pudo ser su compañero Andrés Martín.

    En el 47 sería precisamente Chavarría el que trazaba una diagonal de extremo a extremo para aprovechar un balón al hueco de Isi y pisar área por primera vez. La acción no finalizó bien, pero ¿debía ser entendida como una declaración de intenciones? Trejo lo confirmó tres minutos después con un disparo que obligó a Remiro a enviar a córner para evitar un 0-1 que en los 50 minutos disputados no habíamos intuido en ningún momento.

    El Rayo había dado un paso al frente, adelantó la línea defensiva y por momentos se pareció al equipo que todos esperaban desde el minuto 1. La presión era más efectiva y la Real ya no monopolizaba el control del balón, de repente, el Rayo era otro Rayo para alivio de los suyos, que habían sufrido tanto o más que el equipo en la primera mitad. Ya no había vuelta atrás, la ambición debía llevar el partido a un casi todo o casi nada del que intentar sacar provecho.

    ¡Y vaya si lo iba a sacar! Un robo de balón de Isi iba a propiciar un mano a mano con Remiro que el 'pichichi' y, dentro de poco esperemos nuevo jugador de la selección española, no iba a perdonar. El de Cieza culminó la acción golpeando la portería y la moral de una Real Sociedad que, después de avasallar al Rayo ahora tenía que remontar. Ver para creer, pero todos los estábamos viendo. Quedaba más de media hora por delante para confirmar algo que se esfumó en apenas dos minutos. Ese fue el tiempo que necesitó Sorloth para volver a poner 'todo en su sitio'. El remate de cabeza del gigante delantero de la Real, aprovechando un desajuste posicional de los centrales, devolvía el empate al marcador de un partido que ya no se parecía en nada a lo vivido hasta aquí.

    Alguacil cambió de un plumazo la sala de máquinas de su equipo con un triple cambio: Illarramendi, Take y Cho iban a entrar en sustitución de Barrenetxea, Merino y Oyarzábal. Tocaba refrescar el mediocampo y dar algo de aire a la faceta atacante capitalizada por un Sorloth que había devuelto el sosiego a los corazones locales y el sufrimiento a los rayistas. Iraola, por su parte, respondió sentando a Trejo para dar entrada a Salvi Sánchez.

    Entramos en la media hora final, a la que llegábamos con una Real con nuevos bríos y con un Rayo que pareció encajar el golpe del temprano empate con menos solvencia de la mostrada al arrancar el segundo acto. Tocaba enfriar los ánimos y bajar las revoluciones de los locales y Dimitrievski con alguna molestia física lo escenificó a la perfección.

    Iraola entendió que necesitaba más músculo en el centro del campo y, pese a la tarjeta amarilla que vio minutos antes Oscar Valentín, decidió sentar a Comesaña para dar entrada a Pathé Ciss, momento que el técnico rayista aprovechó también para sentar a RDT y confiar en Camello para buscar los tres puntos en el último cuarto de hora de partido. Pero en esto de los cambios también ganó la partida la Real. Alguacil sentó a Sorloth, puso a Carlos Fernández en el campo y, en el primer balón que tocó, con Lejeune sin coger la marca y ante una 'cantada' de Dimitrievski que salió 'a por uvas', ponía el 2-1 en el marcador. Ahora quedaban diez minutos para volver a pelear por un punto que ya no volvería a aparecer en el casillero de un Rayo que estuvo fatal en la primera parte y que cuando mejoró terminó perdiendo.

     

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