David Cobeño ha hablado con el diario Sport en la previa del Rayo Vallecano - Barcelona y ha dejado interesantes titulares sobre el proyecto de equipo que el club tiene para la franja. Incluso con detalles que hasta ahora desconocíamos.
Preguntado por cómo se consigue transmitir a los futbolistas lo que representa Vallecas, el ex guardameta contesta que "antes de hacer un fichaje, siempre indagamos en el perfil personal de cada jugador. Cuando incorporamos a alguien, el barrio y la afición le hacen ver lo que significan para nosotros el Rayo y Vallecas. Además, durante el año los futbolistas dan vueltas por el barrio para conocer la cultura y el pensamiento de la gente. Esto les ayuda a conocer muy bien el club".
El director deportivo se ha mostrado confiado con la continuidad de Iraola para la próxima temporada: "La verdad que siempre soy optimista. En los momentos difíciles, también. Ahora lo está haciendo muy bien y algunos equipos con más nombre que el nuestro están pendientes de él, pero aquí está a gusto. La comodidad de trabajar aquí es muy importante para él, ojalá podamos continuar un año más con él y su cuerpo técnico" explica a Sport.
Puede ser la piedra angular del proyecto que como club tiene la propiedad según David Cobeño: "Para que un club como el Rayo pueda competir de tú a tú contra equipos que llevan muchos años en Primera, tiene que estar un mínimo de tres o cuatro temporadas en la élite. Con el control económico y el reparto de dinero es muy importante consolidarse para poder tener unos ingresos por encima de la media. Es eso lo que te permite dar el salto de calidad. El mejor ejemplo lo encontramos en Osasuna, que lleva cuatro temporadas en Primera y ya está dando pasos de gigante y estabilizado a mitad de tabla. Nuestro objetivo es el mismo. Estabilizar el club en Primera te da unos ingresos muy grandes que te ayudan, claro está, a firmar más jugadores".
Cobeño también ha contestado a la decisión de rescindir el contrato de Míchel en aquella temporada de descenso a segunda división: "No somos un club que destituya técnicos constantemente. Míchel, además, es un amigo personal. La situación era complicada, llevábamos muchas derrotas seguidas, estábamos en descenso y la propiedad decidió apostar por otro entrenador para intentar reactivar al equipo. Al final, el cambio tampoco dio resultado. El tiempo me ha demostrado que siempre que se pueda confiar en un técnico, y más si es de la casa, mucho mejor".