Ficha técnica:
Mallorca (3): Leo Román, Maffeo, Valjent, Raíllo (), Copete, Costa, De Galarreta, Morlanes (Angel, minuto 68)), Rodríguez, Kang in y Muriqi.
Rayo Vallecano (0): Dimitrievski (Diego López, minuto 85), Balliu (Salvi Sánchez, minuto 73), Catena, Mumin, Fran García, Óscar Valentín (Mario Suárez, minuto 85), Comesaña, Chavarría (Camello, minuto 65), Isi, Alvaro y Raúl de Tomás (Falcao, minuto 73).
Arbitro: Mateu Lahoz.
VAR: Jaime Latre.
Goles: 1-0. Minuto 50. Muriqi; 2-0. Minuto 70. Copete; 3-0. Minuto 93. Angel
MALLORCA 3 (Muriqi, Copete y Angel) - RAYO VALLECANO 0 (-)
Cuando uno prepara la crónica de un partido se suele fijar en los antecedentes, en la forma de jugar del rival, en el entrenador, en el árbitro, en el escenario... Pero nada de eso importaba hoy. El último baile del Rayo esta temporada se había convertido en una necesidad de victoria por lo civil o lo criminal, en uno de esos partidos de fútbol en los que lo menos importante es el fútbol. Pocas veces habréis leído a lo largo de la historia de este medio que lo único importante era el resultado, pero hoy no había otra. Importaba poco jugar bien, ser mejor que el rival, merecer, tener ocasiones... hoy sólo importaba ganar y mirar con esperanza, con los dedos cruzados y con el corazón dando brincos a lo que estuviera sucediendo en el Bernabéu y en Pamplona. La llave de Europa pasaba por ganar en Mallorca y tener esa pizca de suerte que sólo tienen los campeones.
Llegar a la última jornada de liga con opciones europeas, para el Rayo es en sí mismo ya era una victoria. Vivir una experiencia como esta, para jugadores, técnicos y para la afición del Rayo es algo único ganado a pulso por una plantilla que llegó hasta aquí haciendo soñar a su gente. La víspera del centenario del Rayo se celebraba luchando por Europa.
La tarde era bonita y, a priori, prometía emociones fuertes con hasta seis equipos luchando por el último billete europeo de una liga increíble en la que vivimos el regreso del 'Matagigantes'. El Rayo de Iraola se despedía a lo grande, pero no sólo eso, también despedía a lo grande a varios de sus 'buques insignia' de estos últimos años. Para los Catena, Comesaña o Fran García, el de esta tarde era un partido más que especial. También para los cedidos como Lejeune (que no jugó) o Camello. Pero sobre todo, para su líder, para Andoni Iraola, que lleva un par de semanas despidiéndose y del que seguro que muchos no se despedirán nunca.
El once inicial del asalto europeo del Rayo no varió nada del presentado hace unos días ante el Villarreal. Mumin volvía a compartir espacio defensivo con Catena, con los dos laterales que han defendido su carril durante todo el año: Fran García y Balliu. La sala de máquinas volvía a ser para Comesaña y Oscar Valentín, con Isi y Chavarría en los extremos y con Alvaro de improvisado media punta indetectable para ayudar a que Raúl de Tomás volviera a ser la clave del éxito rayista.
💥 ¿Y si...? Sí, Isi... @Isinhho, ¡¡Vamos, Rayo!! pic.twitter.com/ACUTbl67v4
— Pasión por el Rayo + PxR Radio (@pasionporelrayo) June 4, 2023
Lo que pasó después de las 18,30 horas se resume rápidamente con un vencer o morir con la cabeza alta, porque no queda otra. Nada más empezar, el Rayo quiso marcar terreno y lo hizo con un lanzamiento de larga distancia con el que Isi intentaba avisar de sus intenciones. El Rayo presionaba alto para evitar que la salida del balón local fuese fluida y el Mallorca buscaba lo mismo en cada saque de puerta de Dimitrievski. Los minutos iniciales pusieron a prueba la paciencia de los de Iraola.
Camino del primer cuarto de hora, tras un par de centros al área despejados por la defensa bermellona, llegaría la mejor ocasión del partido en las botas de Dani Rodríguez. Fran García no vio la llegada a su espalda y el remate final, solo ante Dimitrievski, se fue a las nubes. Era el primer y único aviso de un partido en el que los de Iraola no encontraban el camino directo a puerta, ni con jugadas 'amasadas' ni con los desplazamientos largos a los atacantes, que no tenían ninguna opcíón de inquietar la portería mallorquinista.
Tuvimos que esperar hasta el minuto 25 para vivir el primer "Uy" del partido para los de la franja. Tras una buena acción de ataque Santi Comesaña cedía a la frontal del área donde apareció Oscar Valentín para rematar junto al palo. El limitado torrente ofensivo del Rayo pudo haberse convertido en oro, pero el esférico salió desviado. Comesaña lo intentó poco después con un remate de cabeza en el segundo palo, pero el balón se iba alto. El Rayo llegaba con cuentagotas en una primera parte que con el 0-0 inicial, sin mirar a ningún otro sitio, dejaba a los vallecanos fuera de Europa.
Todo por decidir en la segunda mitad, tanto en Mallorca como en el resto de partidos
Tras lal primera mitad, todo seguía igual. Ni en Pamplona, ni en el Bernabéu, ni en Son Moix se movía el marcador, dejando al Rayo a falta de un gol para hacer realidad su sueño. Quedaban 45 minutos por delante para enderezar el rumbo y para que al menos, de no conseguirlo, que no fuera por no haber hecho los deberes en tu duelo.
Dicho y hecho. A los cinco minutos llegaban malas noticias desde el Bernabéu y se confirmaban mucho más con el 1-0 del Mallorca anotado por Muriqi y poco después con dos goles de Osasuna. Las cosas pasaban de grises a negras en apenas un visto y no visto en el que se pasaba de pelear por el séptimo puesto a ocupar el undécimo.
Quedaba media hora para mejorar la imagen, tirar de orgullo, y para no acabar el domingo con el sabor agridulce que dejaba la jornada a estas alturas. Iraola cambió de idea para generar más en ataque y lo hizo sacando del campo a Chavarría, moviendo a Alvaro a su posición natural y metiendo en ataque a Camello como acompañante de un desasistido RDT. Era la alternativa que se le ocurría al de Usurbil para que su equipo buscase cosas nuevas en un partido en el que, desde el 1-0 de Muriqi, no pasaba absolutamente nada, pero que iba a cambiar poco después. Copete remató de cabeza para hacer el 2-0 que cerraba la puerta de manera definitiva a un sueño que fue bonito mientras duró, pero que apenas apareció en Son Moix.
Con el segundo de los insulares llegó la oportunidad para Salvi Sánchez y Falcao. El primero pudo haber recortado distancias pero su remate a puerta vacía se marchaba incomprensiblemente fuera. Estaba claro que no era el día y que en el partido que podía hacer historia para el Rayo todo se quedaba en nada. Un gran remate de Fran García pudo haber devuelto el honor herido a los vallecanos, pero Leo Román lo evitó.
Con el partido decidido Iraola premió el trabajo en la sombra de Diego López y Mario Suárez en el último homenaje del técnico vallecano a unos futbolistas que salieron goleados de Son Moix tras el 3-0 anotado por Angel en el descuento. El Rayo cerraba así una gran temporada que no puede ni debe verse empañada por un final como este. Adiós al sueño europeo, pero gran temporada del Rayo.