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CRÓNICA

Betis 1-0 Rayo Vallecano: Otra cara, mismo resultado

Tras unos 45 minutos muy defensivos, el equipo se deshizo en la segunda mitad y acabó desenfrenado mereciendo el empate

Escrito por Sábado, 02 Septiembre 2023

    Segunda derrota consecutiva de los franjirrojos que se quedan en mitad de tabla con 6 puntos

    Álvaro García, en el Betis - Rayo VallecanoÁlvaro García, en el Betis - Rayo Vallecano(c) Rayo Vallecano

    Ficha técnica:

    Betis (1): Rui Silva, Bellerín, Pezzella, Luiz Felipe, Miranda (A) (Abner, minuto 46), Guido Rodríguez (A) (Guardado, minuto 46), Marc Roca (A), Rodri (Borja Iglesias, minuto 75), Isco (Altimira, minuto 90+2), Ayoze y William José (Juan Cruz, minuto 75)

    Rayo Vallecano (0): Dimitrievski, Balliu, Aridane, Lejeune, Pacha Espino (A) (Falcao, minuto 78), Óscar Valentín, Ciss (Kike Pérez (A), minuto 63), Isi (A) (De Frutos, minuto 63), Nteka (Bebé, minuto 78), Álvaro García (A) y Raúl de Tomás (A) (Camello, minuto 57).

    Arbitro: Muñiz Ruiz

    Árbitro VAR: Prieto Iglesias

    Goles: 1-0. Minuto 52. William José


    BETIS 1 (William José) - RAYO VALLECANO 0 ()

    La noche y el día. Así fue la imagen que el Rayo Vallecano ofreció ante el Betis en el Benito Villamarín con respecto a la que vimos hace 6 días. De hecho, se podría decir que de la primera a la segunda parte también fue como ver dos caras diferentes de un mismo equipo. Al menos los franjirrojos lograron demostrar que la goleada fue solo una mala noche y que todavía tiene mucho que decir en el campeonato pese a la derrota.

    Francisco insistió en rueda de prensa que había reforzado a su equipo, táctica y mentalmente. Y eso se trasladó al césped con un 4-4-2 en el que el equipo estaba más resguardado que con el 4-2-3-1 de las primeras jornadas. Nteka y Ciss se ganaron la titularidad con sus ganas y su ímpetu y volvieron a rendir en Heliópolis. Unai López y Trejo fueron los sacrificados. Pero el sacrificio fue fundamentalmente el de la alegría en el juego.

    Porque el Rayo presionó, juntó líneas, fue solidario, estuvo concentrado y no dejó espacios a la espalda para los jugadores destacados de un Betis que sin Isco estuvo desconectado. La más clara fue de Miranda en un error claro de Dimitrievski que Miranda no aprovechó. Tampoco aprovechó las suyas los franjirrojos que la tuvieron en los pies de Raúl de Tomás e Isi, desde lejos, y de Ciss en la más clara que se fue por encima del larguero.

    Era un partido de pico y pala. De esos que no son bonitos de ver con demasiadas faltas fruto de la intensidad y la concentración que paraban el ritmo. El pitido que mandaba a los dos equipos a vestuarios parecía la mejor noticia. Pero los segundos 45 minutos iban a ser muy diferentes.

    El Betis metió una marcha más. Isco comenzó a aparecer entre líneas y a encontrar los pasillos. Avisó con un disparo al larguero y los cimientos rayistas empezaron a tambalearse nada más comenzar el segundo acto. El 1-0 terminó de desmontar a los de Francisco. El gol de falta de William José abrió el marcador, premió el juego local y deshizo la ilusión de los visitantes de sacar algo positivo del Villamarín un año más.

    En medio del recital del que pudo ser futbolista del Rayo según la rumorología, el Rayo tuvo la oportunidad de igualar de córner en un remate de cabeza de Lejeune que Rui Silva se encontró después de haber salido a por uvas. Ni siquiera la suerte quiso ayudar a un voluntarioso equipo al que el exceso de concentración y el miedo a una goleada le arrebató su alegría en el juego en buena parte del choque.

    Entre esa ocasión y los cambios del técnico rayista, los franjirrojos se fueron al ataque conscientes de que da igual perder por 1-0 que por 0-7. A Camello le faltó apenas un riff más de su pierna derecha para igualar. Casi el mismo giro de tobillo que le faltó a Álvaro García para aprovechar el caramelo de De Frutos que llevaba el sello del 1-1 y que paralizó los corazones de los 50.000 beticos que aguantaron el chaparrón meteorológico.

    Fueron los momentos para disfrutar del fútbol. El partido cogió otro aire. Un ida y vuelta precioso para los que amamos este deporte en su máxima expresión ofensiva. Borja Iglesias la estampaba al palo. Falcao estaba a punto de aprovechar el zapatazo de Lejeune que rechazó Rui Silva a duras penas. Había nervios, tensión, se disputaba cada balón como si fuera el último. La lluvia le aportaba el toque épico que le faltaba. Para los clásicos, sólo faltaba un césped embarrado.

    El 1-0 no se movería para infortunio vallecano. Pero las sensaciones fueron casi las de una victoria. Después de haber tuteado a un equipo europeo en la última media hora, los futbolistas ganaron el vestuario con la cabeza alta. Porque el Rayo mostró otra cara pese a que el marcador se empeñara en quitarnos la ilusión.

    Ahora toca olvidar la goleada, superar los miedos y volver a ser el Rayo de esa última media hora que disfruta del fútbol de ataque y es capaz de replegar defensivamente pese a jugar con 3 atrás.


     

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