Javier Aguirre es uno de los entrenadores más difíciles de batir por el Rayo Vallecano. Pero es imposible sentir antipatía por el técnico mexicano ahora en el banquillo del Mallorca. Y no porque alabase a Vallecas y a su gente a la pregunta de Pasión por el Rayo sino porque no quiso polemizar lo más mínimo con el arbitraje de Melero López pese a la cascada de decisiones arbitrales polémicas tras sufrir un empate a 2 superado el minuto 100.

El entrenador fue un auténtico caballero con los árbitros, con el VAR, con el Rayo Vallecano, con Francisco y con Vallecas: "Francisco le ha añadido al buen fútbol del Rayo de Iraola, le ha agregado Intensidad. Los equipos de Francisco son valientes, intensos, no permiten que nadie se relaje. Con Iraola primaba la posesión de balón y ahora le mete más ritmo. Están haciendo buenas cosas y son un equipo muy duro de batir".

Nuestro director, Miguel Ángel Tejeda, le preguntó por su opinión del ambiente en el estadio: "Yo vine en 2002/2003 hace 21 temporadas, creo que empatamos a 0 y me lo pasé en grande. Le cogí cariño. Aquí jugó Hugo Sánchez y Guillermo Mendizábal, dos mexicanos que admiro. Es un estadio y un barrio por el que siento mucho afecto. Bukaneros siempre me han tratado bien y la gente quería sacarse fotos al inicio del partido. Es gente buena".