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CRÓNICA

Sevilla 2-2 Rayo Vallecano: La victoria vuela en el 96

Dos puntos de los que uno después se acuerda cuando termina la temporada

Escrito por Sábado, 07 Octubre 2023

    Óscar Valentín y Álvaro García, goleadores en los primeros 45 minutos

    Álvaro García, en la acción del gol del Rayo contra el SevillaÁlvaro García, en la acción del gol del Rayo contra el Sevilla(c) Rayo Vallecano

    Ficha técnica:

    Sevilla (2):  Nyland, Juanlu (Jesús Navas, minuto 78 (A)), Badé, Gudelj (A), Acuña (Adriá Pedrosa, minuto 46), Sow (A), Fernando (Rakitic, minuto 37), Suso (A) (Rafa Mir, minuto 80), Óliver Torres (Ocampos, minuto 46), Lukebakio, En-Nesyri

    Rayo Vallecano (2): Dimitrievski, Balliu, Aridane (A), Lejeune, Pacha Espino, Óscar Valentín (Kike Pérez, minuto 83 (A)), Ciss (A), Isi (Pep Chavarría, minuto 83), Trejo (Unai López, minuto 55), Álvaro García (De Frutos, minuto 83) y Raúl de Tomás (Camello, minuto 68)

    Goles: 0-1. Minuto 21. Óscar Valentín. 0-2. Minuto 26. Álvaro García. 1-2. Minuto 50. Sow. 2-2. Minuto 90+6. En Nesyri.

    Árbitro: Díaz de Mera

    VAR: De Burgos Bengoechea


    SEVILLA 2(Sow y En Nesyri) - RAYO VALLECANO 2 (Óscar Valentín y Álvaro García)

    La misma sensación de goce que vivió el rayismo en su partido contra el Mallorca anotando el gol de penalti repetido en el 104 es la que hoy viven los sevillistas. Y la cara amarga 7 días después la vive un Rayo de Francisco que mereció la victoria en la primera mitad y vió como le volaban dos puntos pasado el minuto 96 en un partido que inexplicablemente el Sevilla terminó con 11 jugadores sobre el césped.

    Pese a que los de Vallecas comenzaron el partido percutiendo por las bandas de Álvaro García e Isi, pronto el empuje inicial se iba a convertir en incertidumbre. Como si la pelota le quemara en los pies al medio del campo vallecano y no hubiera conexión posible con los de arriba. Sin hacer nada relevante los hispalenses le habían arrebatado la pelota y empezaron a dominar el partido aunque sin pisar el área de Dimitrievski.

    Sin embargo la mejor ocasión al cuarto de hora la iba a tener Isi cuando empalmó de volea un zurdazo que solo el milagroso guante de Nyland pudo parar cuando toda Sevilla la veía dentro. Fue el primer aviso. No iba a haber segundo. Tras un centro de falta magistralmente ejecutado por Isi, Óscar Valentín aprovechaba el rechace en la madera para hacer el 0-1 a placer. Eran los mejores minutos de la franja.

    Como un rival noqueado por el tanto, el Sevilla se tambaleaba sobre el césped de su estadio. Estaba pero no estaban. Y la intensa presión del Rayo Vallecano hizo el resto. Robo de Ciss, pase entre líneas a Raúl de Tomás que tras girar sobre sí mismo veía a Álvaro García totalmente solo sirviéndole el balón en diagonal. El extremo se relamió al verse mano a mano con el cancerbero local a quien superó de vaselina para firmar el 0-2. La pitada de la afición sevillista a su equipo era música celestial para los oídos de Francisco y los suyos.

    Los vallecanos merecían el tercero pero Mendilibar empezó a quemar sus naves y mandar gente arriba. El monólogo en ataque del Sevilla desde el segundo gol hasta el final del primer tiempo fue total aunque sin premio. Pero donde Dimi le negó el gol a Acuña, poco pudo hacer ante el derechazo ajustado al palo de Sow. Un Sow que como se suele decir estaba de regalo en el partido después de pisarle el tobillo a Isi sin haber visto la roja.

    El corazón del rayismo se paró entonces. Quedaban 40 minutos y el campo ya estaba desnivelado hacia la portería franjirroja. El Sevilla se lanzó a por el empate con todo: juego por dentro, juego por fuera, balones colgados, disparos desde lejos... La franja achicaba como podía. El sufrimiento era total. Cada ataque era una agonía. Y los ojos de los 400 rayistas desplazados a Sevilla y los miles que lo veían por televisión no querían ni mirar el posible empate.

    El cronómetro parecía detenerse cada segundo. Como si le costara la misma vida avanzar y darle aire al equipo franjirrojo. Un oxígeno que le llegó con algunas rápidas transiciones y con las sustituciones que le cambiaron la cara al equipo. No podemos decir que fuera una balsa de aceite el último cuarto de hora pero el Rayo mostró una cara mucho más madura. Pero el descuento iba a ser trágico. Primero Rafa Mir detuvo la respiración del barrio de Vallecas en el 93. Y En Nesyri nos dejó con la cara y las orejas rojas cabeceando a la red el empate pasado el 96. Dos puntos de los que uno después se acuerda cuando termina la temporada.

     

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