Álvaro García se está convirtiendo, otra temporada más, en uno de los pilares fundamentales del Rayo Vallecano. La llegada de un nuevo técnico tras cerrarse el ciclo de Andoni Iraola ha cambiado algunas cosas para el extremo aunque tiene claro que todo es cuestión de tiempo y adaptación. Un tiempo y una adaptación que a él le costaron en sus primeras temporadas en Vallecas tal y como ha desvelado en Estadio Deportivo.

Para el extremo, fue tocar fondo: "La primera no tanto, porque apenas jugaba. La segunda, después de descender, ese año fue complicado. Creo que es duro decir esto, pero la pandemia me hizo limpiar la mente porque fue olvidarme dos o tres meses de fútbol y volver postpandemia con la mente liberada y como si fuese empezar de nuevo".

Durante la entrevista, ha confirmado que "fue difícil, el primer año y medio. Después de pandemia empecé a jugar más, me notaba con más confianza. Al año siguiente llega Andoni y la verdad es que fue él quien me cambia todo lo que llevo en el Rayo hasta ahora".

Ya con una dosis extra de confianza después de unos buenos años y jugar en primera de forma continua, su cara ha cambiado: "Estoy feliz aquí, mi familia está feliz aquí que eso para mí es muy importante y ahora mismo el club va bien, está bien en Primera y no se plantea nada. Todo el mundo piensa en decir ‘bueno si me ficha no se quien…’ Si estás bien, te llegan ofertas. Si estás mal, nadie llama a tu puerta. Es verdad que llegan ofertas, el club las valora, yo las valoro. Si no nos ponemos de acuerdo, no pasa nada".

Ello no quiere decir que todo sea de color de rosa: "El fútbol satura mucho, mentalmente cansa. Muchos viajes, la gente se cree que vivimos muy bien, pero estamos todo el día pensando en cuidarnos, en respetar nuestro cuerpo para alargar la carrera lo máximo… Quizás después del fútbol mi vida no esté relacionada con él, pero todavía no sé qué hacer. (...) Cuando te vas de vacaciones intentas no escuchar nada de fútbol, no ver fútbol. Yo prácticamente no veo fútbol cuando me salgo de aquí. Prefiero ver tenis u otro deporte, porque mentalmente satura un poco".

El de Utrera cree que el objetivo debe ser la permanencia: "El equipo está compitiendo bien. Sabemos que los partidos importantes son los de nuestra liga. Hay que rascar puntos de otros rivales que sean más difíciles, pero nuestra liga la estamos ganando".

Y todo ello pese a las peculiaridades del club: "Somos un club muy peculiar para todo, esto es difícil de llevar. Un club humilde. Lo mejor es la afición y el vestuario que tenemos. Si no existiese eso, el club no estaría donde está. Si no tuviésemos esa afición también que está con nosotros en cada partido, vamos donde sea, un lunes y hay gente allí que no sé cómo lo hace. Creo que es la clave de que este club vaya así en este momento. Tenemos un vestuario que es muy bueno y al final somos los que jugamos y eso ayuda mucho, pero evidentemente la afición es clave en este club".