Tras la mejor ocasión del Rayo Vallecano en un robo en la medular, Alvaro García debía abandonar el terreno de juego al sentir un pinchazo en su pierna derecha. Habían transcurrido 13 minutos, con el Rayo bien plantado ante el Celta y se le acumulaban los problemas a Iñigo Pérez, que no había podido contar con Lejeune y RDT por sanción ni con Kike y Aridane por lesión, a los que rápidamente su unió el extremo izquierdo franjirrojo.
Iñigo decidió dar entrada a Ratiu para situarse en el extremo derecho por delante de Balliu tumbando a Camello al costado izquierdo para intentar sorprender desde la banda.