El Girondins de Burdeos, un histórico del fútbol, atraviesa uno de los momentos más trágicos de su trayectoria. Y en España sabemos como acaba en la mayoría de casos aunque siempre hay excepciones como la del Real Oviedo. El club francés acaba de ser descendido administrativamente a la tercera división por el impago de las deudas contraídas (unos 40 millones) que no ha podido satisfacer.

Así lo comunicaba de manera oficial a través de sus redes sociales: "Aunque las conversaciones se habían reanudado en los últimos días, los representantes de la FSG indicaron ayer, lunes 22 de julio, al FC Girondins de Bordeaux y a su accionista su deseo de no seguir adelante, a pesar de las garantías dadas por las distintas partes interesadas. Por tanto, a falta de nuevos elementos, el FC Girondins de Bordeaux desistió del recurso interpuesto contra la decisión de la DNCG de 9 de julio de 2024. En consecuencia, el FC Girondins de Bordeaux acepta la sanción de descenso de categoría administrativa en el Campeonato Nacional 1 para la temporada 2024/2025 y será convocado nuevamente para presentar su presupuesto a la DNCG. El período que se abre debería permitir al FC Girondins de Bordeaux volver más fuerte y al más alto nivel. El Club y sus accionistas aseguran a los aficionados y a todas las partes interesadas su deseo de proteger los intereses del Club".

Ahora el Girondins tendrá que pelear por recuperar tres categorías y resolver las deudas que amenazan con su liquidación. De hecho, la frágil situación del club impidió, por distintas razones, que disputara un partido amistoso contra el Rayo Vallecano este año con motivo del centenario del club franjirrojo. Fue uno de los actos propuestos que estuvo sobre la mesa de la comisión del centenario que no salieron adelante. Una manera de recordar aquella brillante página de la historia del Rayo que le permitió acceder a cuartos de final de la copa de la UEFA.