El fútbol fue la cosa menos importante (o quizá la más dado que dio entretenimiento en momentos de mucho miedo) de los peores momentos de la pandemia. Pero si algún recuerdo futbolístico nos va a quedar de aquella época no es solo ver el estadio de Vallecas completamente vacío sino haber visto a un huracán de los goles en la punta del Rayo Vallecano en segunda división a las órdenes de Jemez en 2020.

El ariete llegó a Vallecas en el mercado de invierno en 2020 y habiendo disputado apenas 3 partidos vió como el covid cambiaba todas nuestras vidas. El regreso de la competición le sentó como un guante y en 10 jornadas anotó 7 tantos. Fue el máximo goleador del Rayo en lo peor de la pandemia.

El Rayo Vallecano no pudo cristalizar la cesión en una compra pese a tener la opción en caso de ascenso. Y tampoco quiso abonar después del verano las cantidades requeridas por el Osasuna que finalmente lo vendió al Almería.

Así ha sido su despedida en las redes sociales tras haber jugado en el Recreativo de Huelva, San Roque de Lepe, Cádiz, Valladolid, Tenerife, Osasuna, Almería, Huesca, Córdoba y regreso a sus orígenes en Huelva y San Roque de Lepe.

Hoy es un día duro, uno para el que creo que ningún futbolista está realmente preparado

Todo tiene un comienzo y un final. Ha llegado el momento de poner punto y final a mi carrera como futbolista profesional

Cuando empecé a jugar, jamás imaginé hasta donde he llegado ni conseguir todo lo que he conseguido. Ha sido un camino largo y lleno de retos, pero puedo asegurar que ha valido la pena. El fútbol me ha dado grandes momentos y recompensas, siempre estaré agradecido por todo lo que me ha brindado

No puedo olvidarme de mi familia, quienes han estado conmigo a lo largo de esta carrera de fondo: mi mujer, mis hijos y mis padres. Gracias a vosotros, todo esto ha sido posible. Quiero dar las gracias a todos los clubes por los que he pasado, desde el primero hasta el último, y también a ti, Emilio de la Riva, por acompañarme en este camino