Un desplazamiento a Vitoria siempre es garantía de alegría, diversión, hermanamiento de aficiones y mucho más. Pero si además el Rayo Vallecano es capaz de ganar al Alavésy sellar la permanencia de manera virtual, también es sinónimo de fiesta. Porque la vida pirata atronó en Mendizorroza.
Los más de 400 aficionados rayistas presentes en las gradas del estadio vitoriano pusieron la banda sonora franjirroja al partido. Celebrando el gol de Ciss, festejando el penalti detenido por Batallay cantando a pleno pulmón el tanto de Pedro Díaz que cerraba el triunfo.
Y tras los casi 100 minutos de partido, la hinchada vallecana y el rayismo no pudieron más que abrazarse y cantar al unísono el cántico triunfal de todxs lxs rayistas junto a jugadores, cuerpo técnico y aficionados visitantes que quisieron observar de cerca ese momento.