Todo ha salido según lo planeado por Manolo González. Y seguramente de forma más sencilla a la que nunca imaginó. Porque ni en sus mejores previsiones estaría golear al Rayo de Íñigo Pérez por 0-4 con su Espanyol.
"El hecho de meterle 4 al Rayo dice mucho del hecho, por el rival que es, por la temporada que están haciendo, por como compiten, por como juegan. El Rayo es un rival muy difícil y uno de los equipos mejores trabajados de la Liga y que te obliga a tener un ritmo muy alto todo el partido" explicaba el técnico que sin embargo temía la reacción local en la segunda mitad.
"Con 0-2 el partido estaba abierto y el Rayo podía marcar. El partido estaba abierto y parecía extraño después de todas las ocasiones que hemos tenido en la primera mitad. Temíamos que el Rayo pudiera hacer el 1-2 y meterse en le partido" aseguró Manolo González en la rueda de prensa posterior al choque.
¿La clave? Conseguir evitar la presión local: "Sabíamos que su presión era muy intensa y hemos sacado el balón rápidamente de su zona de recuperación. Hemos atacado bien las primeras ocasiones y eso ha hecho que al Rayo le entraran las dudas".