La decisión del grupo Bukaneros de realizar una huelga indefinida de animación en el Estadio de Vallecas sigue adelante y hoy, ante el Betis, vivió un nuevo capítulo. Desde el fondo del estadio se denuncia la 'persecución' que el club está llevando a cabo, impidiendo la entrada de cualquier instrumento de animación, símbolo del grupo, bufanda o pancarta, lo que les ha obligado a mostrar una actitud que consideran necesaria pero que, según expresan "no es un decisión fácil", solicitando la comprensión del resto de aficionados.

Hasta la fecha, la comunión entre Bukaneros, resto de graderíos del estadio y equipo había sido perfecta, pero desde el pasado día 14 de septiembre esta unión ha quedado en entredicho, escenificándose hoy, cuando a los gritos de "Presa, vete ya", un sector del público, lejos de adherirse a los cánticos (como había venido sucediendo durante etapas anteriores), mostró su desacuerdo con la solicitud, mostrando un atisbo de fractura social desconocido en los últimos tiempos.

Desde el club, por su parte, se insiste en que las conversaciones con el grupo se han roto ante la negativa de este a legalizarse como tal, remitiéndose a las directrices marcadas por la Liga de Fútbol Profesional en cuanto al trato que los clubes deben tener con sus respectivas aficiones.

Entre tanto, el Estadio de Vallecas ha perdido su magia, hasta tal punto que el propio Pepe Mel, entrenador del Real Betis y ex-técnico del Rayo Vallecano, afirmó en rueda de prensa que, sin saber las causas de la situación, "si la gente de atrás que son los que más animan, gente importante de este club, están más apagados, pues mejor para el que viene de visitante".

La solución al problema no parece sencilla, puesto que las razones esgrimidas por una y otra parte no son las mismas y cada uno se aferra a su "verdad" para seguir adelante con una 'guerra' cuyo resultado está por ver. De momento, mientras no cambie nada, Bukaneros seguirá sin animar en el partido ante el Espanyol, cumpliendo más de un mes de huelga.