Zé Castro fue otro de los nombres propios del partido que el Rayo consiguió ganar, con mucho sufrimiento, al Granada C.F. El central franjirrojo sería protagonista en el tramo inicial del choque cuando, con 2-0 a favor del conjunto vallecano, fue expulsado por primera vez desde que juega la Primera División española, fruto de dos acciones que bien podría haber evitado.

Tras subir a rematar una jugada a balón parado, Zé Castro evitó que el portero visitante pusiera el balón en juego con rapidez, recibiendo la primera cartulina amarilla. Gil Manzano lo redactó en el acta añadiendo cierta literatura: "Por impedir el saque del portero evitando un ataque prometedor del equipo adversario"., escribió el colegiado del encuentro. Apenas siete minutos más tarde, Zé Castro derribó a un jugador del Granada en el centro del campo, recibiendo la segunda tarjeta y, por tanto, dejando a su equipo (minuto 18) en inferioridad numérica hasta el final de partido.

El jugador rápidamente se arrepintió de esta circunstancia y pidió perdón a sus compañeros en el vestuario, sufriendo desde la grada el desarrollo de un partido que bien pudo haber quedado marcado por su expulsión. La consecuencia inmediata será que Zé Castro se perderá la próxima jornada, pero al menos el equipo supo reaccionar y consiguió los tres puntos ante el conjunto nazarí.