Dijo Sandoval a la conclusión del choque de su equipo en Anduva, que sus jugadores no habían merecido el castigo de la derrota ante el Mirandés. Por extensión, y con mucha más razón, los que no merecieron la derrota fueron los aficionados del Rayo Vallecano que acompañaron al equipo en Anduva. El ambiente festivo de las calles de la localidad burgalesa, con ambas aficiones hermanadas viviendo la fiesta del fútbol, se trasladó al estadio donde cada cual hizo su trabajo apoyando a los suyos. Los franjirrojos, incansables como siempre, no dejaron de animar un solo instante a su equipo, pese al marcador adverso, y los locales, a la conclusión del choque gritaron un "El Rayo es de Primera" que fue correspondido con una gran ovación por parte de los vallecanos desplazados a Miranda. Los resultados llegarán, pero los que nunca fallan siguen entre tanto en primera línea, reclamando que ellos "son el Rayo".