El 2016 ha sido un mal año para el Rayo Vallecano en general. La desaparición del equipo de Oklahoma, cantada tras el descenso a Segunda División, sumada al problema entre Miku, Trashorras y Sandoval, la inestabilidad de la plantilla, los malos resultados en liga y la temprana eliminación copera, además del mal ambiente social con 'bronca' continua en el Estadio contra la gestión de Martín Presa, marcaron la segunda mitad de un año que no será recordado en la historia rayista por sus éxitos, sino por sus fracasos.

JULIO

Llegan los primeros fichajes (Pablo Iñiguez llega cedido por el Villarreal, se confirma el fichaje de Galán y la renovación de Trashorras hasta 2019), mientras continúa la “guerra de los abonos”, con parte de las peñas del Rayo pidiendo en las redes sociales que el club hiciera públicos los precios de renovación, que salieron en la primera semana del mes con reacción adversa de Bukaneros.

Pronto llegaría el primer ‘bolo’ de verano, con un amistoso ante el Alcorcón con motivo del primer partido ‘Pro Vallecas’, que finalizó con victoria de los franjirrojos y con un Sandoval muy feliz por su regreso a casa.

Se superaron los cinco mil abonados en apenas dos semanas de renovación, llegaron Comesaña y Gazzaniga y se marchó Jozabed, mientras Miku seguía con su particular ‘culebrón de verano’. Entre tanto, el equipo seguía con su progresión veraniega ganando al Villarreal B, Toledo y Fuenlabrada.

AGOSTO

El mes arrancó con otros dos partidos amistosos (empate en el Rico Pérez ante el Hércules y victoria ante el Leganés). La visita a Burgos, con una goleada de escándalo ante Osasuna (5-1), disparó la euforia en torno a un equipo en construcción que seguía con sus buenas sensaciones.

Pero empezó la liga y la realidad futbolística se volvió negra. El inicio del equipo en Segunda fue malo, sin patrón de juego y con resultados alejados de los esperados.  En cambio, la respuesta de la afición volvió a estar a la altura, despidiendo con evidentes muestras de cariño a Manuel Peñalva, fallecido unos días antes.

SEPTIEMBRE

Miku se terminó quedando en Vallecas, llegaron Zuculini y Cristaldo y el Rayo cerró definitivamente una plantilla que siguió sin dar la talla en el arranque liguero.  El viaje a Almería trajo consigo una dolorosa derrota en liga, la victoria copera y un altercado entre Miku, Trashorras y Sandoval que marcaría el devenir del equipo hasta la salida del técnico.

PxR cumplió ocho años, que “no se cumplen todos los días”, Piti regresó al equipo, Miku “pidió perdón” y el equipo siguió acumulando malos resultados hasta la victoria sobre el Getafe, que sirvió para estrenar la I Liga PxR. Un punto salvado ‘in extremis’ por Amaya en Reus puso punto final a otro mal mes para la franja.

OCTUBRE

Las lesiones empezaron a marcar el futuro inmediato del equipo, que ganó a su ‘hermano de sangre’ Cádiz, poniendo además punto y final al ‘affaire’ Miku, que afirmó que "la afición es soberana y siempre tiene razón". Las lesiones de Embarba, Amaya o Ebert, sumadas a las de Baena, Iñiguez, Mojica, Dorado, Diego Aguirre y Javi Guerra, dejaron al equipo en cuadro para el duelo copero, que se terminó perdiendo en la tanda de penaltis contra el Nástic, y para el posterior partido ante el Numancia, que dejó al equipo y a Sandoval “en la cuerda floja”

En la recta final de octubre se precipitaron los acontecimientos. Se produjo un exagerado ‘virus femoral’ con varios jugadores ausentes por esta lesión y, tras la derrota en Tenerife, la situación quedó vista para sentencia.

NOVIEMBRE

Sandoval prescindió de Trashorras contra el UCAM y agotó su crédito , haciendo un último gesto que resultó revelador apenas unas horas antes de su destitución al frente del banquillo, donde sería relevado por Rubén Baraja (apuesta personal de Ramón Planes, director deportivo).

La llegada de Baraja tampoco consiguió un cambio de tendencia a corto plazo y el equipo perdió en Lugo con gran desorden, pasando a ‘ahogarse’ contra el Huesca, que jugó con diez jugadores durante muchos minutos. El mes se cerraba con la lluvia torrencial de Valencia y la suspensión del choque ante el Levante.

DICIEMBRE

El último mes del año fue muy intenso. La peña rayista 2004 entregó sus habituales premios anuales y su presidente, Dámaso Barroso, se mostró crítico con la directiva franjirroja, como anticipo a una nueva petición de la grada de Vallecas para la salida de un Martín Presa que últimamente solo escucha gritos en su contra. La victoria ‘in extremis’ en Tarragona, con gol de Javi Guerra, puso fin a una larga trayectoria de partidos sin ganar lejos de Vallecas, pero no despejó dudas sobre el fútbol de un Rayo maniatado y falto de chispa. Las derrotas finales ante Levante, en el partido aplazado por la lluvia, y contra el Zaragoza, en el que el equipo se pegó ‘un tiro en el pie’, pondrían el broche negativo a un año marcado por las adversidades.