La grada de Vallecas fue paciente hasta que el Elche aprovechó una de sus escasas oportunidades para marcar. Ahí salió parte de la tensión y la rabia acumulada por una afición que lo mínimo que exige a su equipo es que lo dé todo sobre el terreno de juego. El descanso llegó con la mayor pitada que se recuerda en años en el Estadio de Vallecas, algo que se repitió, aunque mucha menor intensidad cuando finalizó el encuentro con un nuevo empate y con un leve cambio de actitud en unos futbolistas totalmente bloqueados y faltos de la capacidad necesaria para revertir la situación.

Otro de los momentos álgidos de la tarde llegó cuando se iniciaron los gritos contra Raúl Martín Presa. La opinión de la afición cada vez empieza a ser más evidente y ya no solo parte, como en un principio, con la iniciativa del fondo ocupado por Bukaneros. Ahora los gritos de "Presa, vete ya" vuelven a ser generalizados, circunstancia que no parece afectar al máximo dirigente del club vallecano, que espera que los resultados le ayuden a 'normalizar' en parte la situación actual.

Entre tanto, por el palco de Vallecas en ocasiones se dejan caer sorprendentes personajes. Ayer, como se puede apreciar en el imagen que acompaña este artículo, el "Pequeño Nicolás" disfrutó del partido entre Rayo y Elche, al parecer invitado por la directiva visitante.