El anuncio del fichaje del delantero ucraniano del Real Betis, Roman Zozulya, por el Rayo Vallecano ha levantado ampollas en la afición franjirroja y ha provocado reacciones a todos los niveles, desde las redes sociales hasta actos presenciales que han tenido su culminación esta mañana durante el entrenamiento del primer equipo en la ciudad deportiva. El día amanecía con diversas pintadas en el Estadio de Vallecas que, pidiendo que no se fiche a un futbolista supuestamente vinculado a corrientes de ultra derecha en su país, anticipaban lo que posteriormente ocurriría.

En la grada del campo 5 de la ciudad deportiva se colocó una pancarta con un mensaje claro: "Vallekas no es lugar para nazis. Presa para ti tampoco. Vete ya", escenificando lo que sucedió durante la noche en las redes sociales con miles de mensajes solicitando la salida del actual presidente del club de Vallecas. Entre tanto, el equipo, sin la presencia de Zozulya, se ejercitaba sin mayores contratiempos.

Posteriormente, se produciría una reunión de varios miembros de la afición con Luis Yáñez, director general, José María Sardá, vicepresidente y Ramón Planes, director deportivo, en la que los directivos intentaron explicar a los aficionados vallecanos su postura en relación al fichaje de Zozulya. Desde el club se comentó que el fichaje estuvo parado durante varias horas hasta tener la certeza de que el jugador no pertenecía a ningún grupo fascista y se le exigió el compromiso, que cumpliría posteriormente, de firmar una carta en la que explicaba su relación con el ejército ucraniano "para proteger a mi país, además de ayudar a los niños y a los más desfavorecidos. Todo ello en unos tiempos tremendamente difíciles al encontrarse Ucrania en guerra. Sé que este trabajo que yo he hecho coincide plenamente con los valores sociales que preconiza el Rayo Vallecano y su incondicional afición", según afirmó en dicho escrito.

Los aficionados vallecanos expresaron su rotunda negativa a acoger al ucraniano en el equipo y anunciaron que, de seguir adelante con el fichaje, su intención sería la de no animar al equipo el resto de la temporada. Posteriormente, estos mismos aficionados se reunirían con la plantilla y el cuerpo técnico para expresarles la misma idea.

Para cerrar la mañana, la presencia de varias dotaciones de la Policía Nacional (a requerimiento del club según algunas versiones y a petición de algunos medios televisivos presentes en las instalaciones, según otras), terminó con el desalojo de la ciudad deportiva y con la identificación de los presentes por parte de las fuerzas policiales.

Entre tanto, el jugador, su representante y los miembros de la directiva vallecana buscaban una salida airosa a una situación que esperaban tener controlada con la aclaración del jugador y con la esperanza de dejar pasar algo de tiempo para que el asunto se tranquilizara. El representante del delantero ucraniano afirmó que se estaban planteando la posibilidad de rescindir la vinculación recién iniciada, anticipando lo que terminará con la marcha de Zozulya sin haber conocido a los que inicialmente iban a ser sus próximos compañeros de vestuario. El delantero no jugará en Vallecas.